Una nueva historia de éxito sobre la inteligencia artificial (IA) ha surgido recientemente, en la que se informa que GPT-4 pudo detectar un problema médico en un perro que un veterinario no había visto previamente. Aquí los detalles.
Según compartió en su cuenta de Twitter, el dueño del perro notó un comportamiento extraño en su mascota y la llevó al veterinario para un chequeo. Sin embargo, el veterinario no pudo detectar nada fuera de lo normal. El dueño del perro decidió utilizar un modelo de IA llamado GPT-4, que le había sido recomendado previamente por un amigo.
Después de alimentar al modelo de IA con información sobre el comportamiento del perro y sus síntomas, GPT-4 proporcionó una respuesta que el dueño del perro consideró útil y coherente con lo que había observado en su mascota.
El dueño del perro llevó al perro a un segundo veterinario, que finalmente confirmó el diagnóstico proporcionado por GPT-4 y recomendó un tratamiento adecuado para la afección médica.
Si bien es impresionante que la IA pueda ayudar a diagnosticar problemas médicos en mascotas, es importante tener en cuenta que no debe considerarse como un sustituto de la atención médica profesional.
Además, se necesitan más investigaciones y pruebas para garantizar la precisión y la seguridad de los modelos de IA utilizados en el diagnóstico médico. Aunque los resultados de esta historia son alentadores, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre la efectividad y la ética del uso de IA en el campo médico.