Intel, que alguna vez fue el gigante de Silicon Valley, ha jugado un papel fundamental en la fabricación de microchips durante décadas. Sin embargo, en años recientes, la empresa ha enfrentado dificultades al no adaptarse a tiempo a la revolución de la inteligencia artificial.
El índice S&P Dow Jones anunció que Nvidia reemplazará a Intel en el índice Dow Jones industrial. Este cambio genera dudas sobre el futuro de Intel en el ámbito de la informática y la inteligencia artificial.
Durante muchos años, Intel dominó el diseño y producción de chips, pero ha perdido oportunidades cruciales que han afectado su situación financiera actual. La compañía ha estado intentando revertir su rumbo y recuperar su posición en la industria.
En 2021, Intel trajo de vuelta a su ex-CEO Pat Gelsinger para liderar sus esfuerzos de recuperación. Además, se beneficia de la «CHIPS y Science Act», una legislación que busca impulsar la fabricación de microchips en Estados Unidos.
La construcción de nuevas fábricas representa una gran inversión para Intel, pero estos proyectos requieren millas de millones y pueden tardar varios años en completarse. A pesar de sus esfuerzos, los principales diseñadores de chips no han apoyado públicamente sus iniciativas, lo que plantea más desafíos para su futuro.
Crisis de Intel
En la década de 1990, Intel utilizó un papel crucial en el crecimiento de los ordenadores personales al diseñar y fabricar microprocesadores avanzados. Sus unidades centrales de procesamiento (CPU) x86 lograron desplazar del mercado a competidores fuertes como AMD.
Sin embargo, al enfocarse en los PC, Intel no aprovechó el tamaño de los microchips para móviles en los años 2000. Este error se hizo evidente con el crecimiento explosivo que tuvo el iPhone en ese período.
En una entrevista de 2013 con The Atlantic, el ex-CEO de Intel, Paul Otellini, lamentó haber dejado pasar un acuerdo con Apple para diseñar chips para el iPhone. Las dos compañías no lograron llegar a un acuerdo porque Intel subestimó el volumen de negocio que podría generar.
Intel se enfrentó a otra oportunidad perdida cuando OpenAI se acercó a la empresa buscando inversión. La desarrolladora de ChatGPT quería construir su propia infraestructura para reducir la dependencia de los microchips de Nvidia, pero la directiva de Intel no creyó en el potencial del mercado de IA generativa.
En 2016, Intel adquirió la startup de aprendizaje profundo Nervana Systems para invertir en inteligencia artificial. Sin embargo, la compañía pronto cerró Nervana y optó por comprar Habana Labs por 2,000 millones de dólares en 2019, lo que le permitió su nuevo microchip Gaudí para empresas este año.
Fabricación
En los últimos años, clientes y competidores de Intel han trasladado su producción de silicio fuera de Estados Unidos para reducir costos. Empresas como AMD y Nvidia han tomado la delantera en el diseño de chips mientras subcontratan su fabricación.
La capacidad de producción de Intel se ha quedado atrás en comparación con las necesidades de sus clientes. La compañía enfrentó retrasos en sus microchips, mientras que TSMC suministraba tecnología a Apple, AMD y Qualcomm.
En 2020, Intel anunció un retraso significativo en sus chips de 7 nanómetros debido a un «modo por defecto» que afectó su próxima generación de productos. Mientras tanto, Samsung y TSMC revelaron capacidades de fabricación más avanzadas, superando a Intel al encajar más transistores en sus procesadores.
Después de depender de la tecnología de Intel durante más de 15 años, Apple lanzó su propio diseño de microchip, el M1, en 2020. Apple también decidió subcontratar la fabricación de este chip a TSMC.
Intel se enfoca en el desarrollo del chip 18A y sus procesadores Xeon para centros de datos. Gelsinger ha anunciado planes para crear una filial independiente dedicada a las fundiciones, lo que permitiría a la compañía matriz tener más autonomía para obtener financiamiento.
Qualcomm
En septiembre, el Wall Street Journal reveló que Qualcomm había contactado a Intel para discutir una posible adquisición, lo que generó especulaciones en medios y foros tecnológicos. Qualcomm, conocido por fabricar microchips para teléfonos móviles, busca adquirir el negocio de diseño de chips de Intel y eventualmente fusionarse con la compañía.
Según informes de Reuters y el Wall Street Journal, Apollo Global Management también habría propuesto una inversión cercana a 4.500 millones de euros. Este interés en Intel se relaciona con los debates sobre el papel cambiante de Estados Unidos en la industria global de microchips.
Dan Morgan, gestor sénior de carteras fiduciarias de Synovus, comentó que «si Intel fuese adquirido por Qualcomm, Broadcom o cualquiera de estas grandes empresas de microchips, sería una de las mayores operaciones jamás realizadas en el sector». La fusión podría tener un impacto significativo en la industria.
Además, esta operación podría revitalizar los esfuerzos del gobierno de Biden para posicionar a Estados Unidos como un centro global de fabricación de chips. Según Morgan, también podría crear un competidor que desafíe el dominio de Nvidia en el mercado de microchips de IA.
Sin embargo, los analistas advierten que la compra no resolvería los problemas a largo plazo de Intel. Morgan destacó que «en la actualidad estás comprando sus PC y sus servidores, pero [también] estás comprando todos los problemas de su negocio de fundición», lo que plantea dudas sobre la viabilidad del acuerdo.