En agosto, Holcim, el gigante suizo de la construcción, hizo su entrada al mercado peruano al adquirir las empresas Compañía Minera Agregados Calcáreos (Comacsa) y Mixercon por 100 millones de dólares. Sin embargo, la llegada de una de las grandes cementeras a Perú se da en un contexto complicado para la industria del cemento, con despachos en caída hasta junio. ¿Existirá alguna reconfiguración en la industria del cemento?
Perspectivas de reconfiguración del mercado cementero
Es importante precisar que el mercado cementero peruano está liderado por tres grandes empresas: Unacem, con un 44.4% de participación, Pacasmayo con un 23.3%, y Yura, del Grupo Gloria, con un 21.3%. En este panorama, la llegada de Holcim plantea una serie de cuestionamiento respecto a las oportunidades que tienen para competir en un mercado cementero tan establecido.
Respecto al tema, Sergio Castro comenta que las áreas de operación de los principales actores no cambiaron debido a las limitaciones logísticas del cemento, que no se transporta eficientemente más allá de los 400 kilómetros por tierra.
Sin embargo, la ampliación del Puerto del Callao y la futura operación del Puerto de Chancay podrían facilitar la importación de clínker, aumentando la producción y los despachos de cemento.
Sobre la reconfiguración del mercado, Castro no anticipa cambios inmediatos en las participaciones de mercado, pero no descarta que Holcim pueda realizar inversiones adicionales a futuro, como la construcción de una planta de molienda, que tiene un tiempo de desarrollo más corto que una planta de cemento tradicional.
Aunque no se espera una reconfiguración significativa a corto plazo, la presencia de Holcim podría generar cambios en la dinámica del mercado, impulsando a los operadores actuales a invertir más en su capacidad de producción y en la eficiencia de sus operaciones.
Unacem, por ejemplo, ya destinó S/500 millones en proyectos de inversión en 2023 y planea continuar con un capex similar este año. Yura, por su parte, tiene planes para duplicar la capacidad de su planta en Arequipa, con una inversión de 500 millones de dólares.
Contexto y razones detrás de la llegada de Holcim
La decisión de Holcim de entrar al mercado peruano va más allá de las cifras económicas. Aunque el consumo de cemento fue volátil este año, con picos del 9% en enero y 8% en abril, estos niveles siguen superando los registrados antes de la pandemia.
Es importante precisar que comparado con 2019, hay un incremento del 4.5% entre enero y mayo de 2024, lo que mantiene atractivo al mercado peruano.
Asimismo, Sergio Castro, director senior de Apoyo & Asociados, señaló que aunque se observa una contracción al comparar con 2023, el crecimiento respecto a los niveles prepandemia es notable.
Sin embargo, el atractivo del mercado peruano también radica en otros factores. Mientras que en otros países de la región los márgenes EBITDA de las empresas cementeras oscilan entre el 15% y el 20%, en Perú alcanzan un 30%.
Además, la demanda de cemento está directamente relacionada con el sector de la construcción, que en mayo registró un crecimiento del 5.6% en su PBI. La Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) proyecta un avance del 4% para este año.
Sin embargo, Jorge Arévalo, gerente general de Capeco, advirtió que este incremento aún no compensa la caída del 7.9% en 2023. A pesar de ello, existen fundamentos para mejorar esta situación, como el déficit de viviendas e infraestructura, considerando que más del 70% del cemento se destina a la autoconstrucción.
Perspectivas a futuro
Aunque la entrada de Holcim no provocará una reconfiguración inmediata del mercado cementero peruano, su presencia sí impulsará a las empresas locales a fortalecer su competitividad.
A largo plazo, las estrategias que Holcim decida implementar serán determinantes para el futuro del sector. Por ahora, la industria del cemento sigue enfrentando desafíos, pero también presenta oportunidades para quienes estén dispuestos a invertir y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.