La inflación interanual en Estados Unidos alcanzó un 2.4 % en septiembre de 2024, una leve disminución respecto al 2.5% de agosto. Sin embargo, este dato se encuentra por encima del 2.3% que esperaban los mercados.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS), el aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para septiembre representó un avance mensual del 0.2%. Este nivel de inflación es el más bajo desde febrero de 2021.
Este dato llega después de que la Reserva Federal (Fed) decidiera reducir las tasas de interés hace tres semanas. El incremento mensual del IPC fue impulsado principalmente por los sectores de vivienda y alimentos.
Situación en EE.UU.
El índice de vivienda creció un 0.2% en septiembre, lo que se traduce en un aumento interanual del 4.9%. Por su parte, el índice de alimentos subió un 0.4%, alcanzando un 2.3% en términos interanuales.
En cambio, el índice de energía experimentó una caída notable del 1,9% en septiembre y ha disminuido un 6.8% en los últimos doce meses. Este descenso ha ayudado a moderar el impacto del aumento en otros sectores sobre el índice general de precios al consumo.
La inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como alimentos frescos y energía, aumentó un 0.3% en septiembre. Este indicador es clave para la Fed al tomar decisiones sobre política monetaria y mostró un incremento interanual del 3.3%.
Reducción de tasas de interés
Desde julio de 2023, las tasas de interés se mantuvieron estables tras una vez aumentos consecutivos destinados a reducir la inflación al 2%. La reciente reducción de medio punto porcentual responde a las condiciones económicas actuales.
La Reserva Federal ha señalado que seguirá evaluando diversos datos, como las condiciones del mercado laboral y las presiones inflacionarias. También tomará en cuenta los eventos financieros internacionales en su análisis.
El próximo encuentro de la Fed para discutir las tasas de interés está programado para el 6 y 7 de noviembre. Esta reunión se llevará a cabo justo después de las elecciones presidenciales en EE. UU. que se celebrarán el 5 de noviembre.
Este contexto político y económico añade una complejidad adicional a las decisiones de política monetaria que la Fed deberá tomar. Las circunstancias actuales obligan a un análisis cuidadoso antes de cualquier ajuste en las tasas.
Nuevos empleos en EE. UU.
El reciente informe sobre el mercado laboral en Estados Unidos mostró un notable incremento en la creación de empleos, con 254,000 nuevos puestos en septiembre. Este aumento superó las expectativas de los economistas y refleja una dinámica positiva en el empleo.
Este crecimiento se producirá después de que la Fed decida reducir las tasas de interés por primera vez en más de cuatro años. La nueva tasa de referencia se sitúa en un rango del 4.75% al 5%.
La medida, anunciada el 18 de septiembre, inicia un ciclo de disminución de tasas. Sin embargo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó que no se espera que este ritmo sea habitual.
Powell destacó que las decisiones sobre las tasas se tomarán en cada reunión, evaluando la evolución económica con cuidado. “Se tomarán decisiones reunión tras reunión hasta llegar a un lugar que sea más apropiado”, afirmó Powell, subrayando que no hay prisa en este proceso.