Productores y exportadores que en los últimos años vienen plantando pitahaya en diversas zonas del Perú, sobre todo en la costa norte y la selva, ya tienen en cuenta la demanda de esta fruta en el mercado mundial.
El gerente general de Corporación Abregú, Walter Abregú en diálogo con Red Agrícola, afirmó que el futuro de este cultivo puede ofrecer oportunidades de negocio, por lo que recomienda seguir el ejemplo de países vecinos.
“Como referente tenemos a Ecuador, que tiene alrededor de 15 años de experiencia en lo que es manejo de producción y exportan a 47 países, incluso abastece nuestro mercado en más de un 70%. en cuanto a Brasil también tiene mucha experiencia en lo que es genética, industrialización y darle valor agregado a esta fruta, ya que ellos ven mucho más rentable que solo como fruta fresca», sostuvo.
En ese sentido, hizo un llamado a replicar sus modelos negocios en Perú.
«Hace 3 años pequeños agricultores comenzaron a cultivar en diferentes lugares del Perú, como ensayo, “y mayormente lo que les atrajo a muchos productores pequeños fue el precio, que en el mercado interno oscila en un rango de 10 a 15 soles el kilo”, añadió.
Entre las variedades que más se producen actualmente en el Perú, destacan la American Beauty (cáscara roja con la pulpa fucsia), la Hylocereus costaricensis (cáscara roja con pulpa roja) y la Vietnamese White (cáscara roja con pulpa blanca).
Según Abregú, la variedad American Beauty es la que tiene un mayor potencial para exportar, ya que se ha aclimatado en casi todas las regiones y se han hecho pruebas con óptimos resultados.
Por otro lado, la pitahaya a pesar de su adaptabilidad al clima, rendimientos productivos y atractivos precios en el mercado internacional, los envíos de pitahaya son pequeños y no son sostenidos.
Por ejemplo, el año 2020 fue complicado, ya que en dicho periodo solo se registró la exportación de una tonelada del fruto por un valor de US$ 7 mil.
Al respecto la consultora Fresh Fruit refirió que esto representó una caída del 88% en el valor total de las exportaciones de este producto comparado al 2019.
Tras cuatro años de crecimiento sostenido, los envíos se vieron impactados negativamente por la falta de vuelos comerciales o un incremento en sus costos, “sobre todo porque se trata de un producto que tiene destinos complicados, como las islas del Caribe y Asia”, acotó Abregú a Red Agrícola.