La empresa multilatina IceStar, especializada en servicios logísticos refrigerados, acaba de ingresar al mercado peruano con la compra total de Fripusa, una planta frigorífica ubicada en el puerto de Paita, en Piura. Esta adquisición marca el inicio de un plan de expansión que contempla una inversión de US$50 millones en el país durante los próximos tres años.
¿Qué significa esta inversión para el Perú?
Con operaciones consolidadas en Brasil, Colombia y Chile, IceStar busca convertir al Perú en un punto clave para su red logística de frío en América Latina.
Fripusa, ahora bajo su control, cuenta actualmente con una capacidad de almacenamiento de 5,500 posiciones-palets. Sin embargo, el objetivo es más ambicioso: duplicar esa capacidad y llegar a 12,000 posiciones en un plazo de 24 meses.
Esta expansión no solo mejorará la infraestructura del sector logístico, sino que también generará empleo directo. La empresa estima la creación de al menos 100 nuevos puestos de trabajo en la etapa de crecimiento.
Objetivo: liderar el mercado de logística fría
IceStar quiere posicionarse como un actor importante en el sector tercerizado de logística de frío en el Perú. Su meta es alcanzar un 10% de participación de mercado en los próximos dos años. Además, no se limitará a Paita: también analiza establecer operaciones en otros puertos estratégicos del país, como Chancay y Callao.
Hasta ahora, Fripusa solo ofrecía almacenamiento. Con IceStar al mando, la operación se transformará en una plataforma completa de servicios logísticos. Esto incluirá no solo almacenaje, sino también distribución, transporte, congelado rápido, etiquetado y otros servicios especializados.
En una primera etapa, la empresa se enfocará en atender la demanda de exportadores de productos pesqueros y frutícolas. Más adelante, planea extender sus servicios a la industria cárnica (pollo, res y cerdo), tanto para productos de importación como para distribución dentro del país.
Es preciso indicar que el ingreso de IceStar al Perú representa una oportunidad importante para los exportadores locales. Con una red más sólida de frío, los productos agrícolas y pesqueros podrán conservar mejor su calidad y llegar a más destinos internacionales.