Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros de Perú, desmintió las acusaciones de Nicolás Maduro, quien había afirmado que Perú operaba centros de entrenamiento para ciudadanos venezolanos detenidos durante las protestas en su país. Según Maduro, estos civiles habrían sido entrenados por Perú y Chile para atacar al régimen venezolano. Aquí los detalles.
Las declaraciones de Nicolás Maduro se dieron en el contexto de las protestas en Venezuela contra el fraude electoral en las elecciones del 28 de julio, donde Maduro se ratificó en la presidencia. La represión del régimen chavista resultó en la muerte de 17 civiles y miles de detenidos.
¿Cómo responde el premier de Perú?
El Primer Ministro aseguró en una conferencia de prensa que Perú no tiene ningún centro de entrenamiento relacionado con la criminalidad. Ya que, la mayoría de migrantes venezolanos viven en el país de manera legal y respetuosa:
“Nosotros no somos centros de entrenamiento de nada que tenga que ver con la criminalidad. Por el contrario, con profunda tristeza y pesar, hemos podido comprobar que muchos de los crímenes cometidos en los últimos meses tienen su origen, lamentablemente, en ciudadanos de esa nacionalidad. Eso no debería afectar, por supuesto, el buen hacer de la mayoría de migrantes venezolanos que radican en nuestro país”, mencionó Adrianzén.
Además, se recordó que Perú acogió a más de un millón y medio de venezolanos debido a la crisis humanitaria en su país.
¿Qué acciones ha tomado Maduro?
El 30 de julio, Nicolás Maduro anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Perú. Esto ocurrió después de que la administración de Dina Boluarte acusara a Maduro de desconocer la voluntad del pueblo venezolano y reconociera al opositor Edmundo Gonzáles como presidente electo, en respuesta a las denuncias sobre el fraude electoral.
Asimismo, el canciller venezolano, Yván Gil, informó en su cuenta de X que la ruptura se basa en el Artículo 45 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961. Ordenando el retiro de su embajador y el cierre de su oficina consular en Lima. Esta decisión dejó a muchos venezolanos en Perú sin protección, complicando trámites de pasaporte y visa en curso.