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Gremios de trabajadores agrarios del Perú se muestran en contra de la remuneración fijada por ley

Los gremios de trabajadores agrarios del Perú están en contra de la remuneración fijada por ley para los empleos de este sector.
Por Guillermo Maza
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A través de un comunicado, diversos gremios de trabajadores agrarios del Perú expresaron su rechazo a la remuneración fijada por la ley promovida por el Congreso.

“Se quiere hoy imponer una remuneración a través de una ley, hecho que es anti técnico e inconstitucional, significa regulación de precios y viola el derecho de libre contratación y negociación directa entre trabajadores y empleadores” se lee en el comunicado.

Lo que proponen es que este tema se debata técnicamente y se acuerde por consenso, en el Consejo Nacional de Trabajo, con la participación de trabajadores y empleadores.

Agregan que “el Congreso no ignora que la sobrerregulación laboral ha significado que de los 17 millones de trabajadores que componen la población económicamente activa del país, solo 5 millones accedan a algún derecho laboral y 12 millones trabajen en la informalidad”.

En la misma medida, los gremios invitan al Congreso a reflexionar sobre los posibles daños que traerá la fijación de los sueldos.

“Consideramos urgente que el Congreso reflexione sobre los daños que está causando a la vida económica del país y en este caso, desista de fijar sueldos por ley, pues ello arrojará a la informalidad laboral a más peruanos”, afirman.

Contra la Ley Agraria

De igual forma, manifestaron su preocupación y rechazo a la incertidumbre que se está viviendo en la actualidad peruana debido a la derogación de la Ley de la Promoción Agraria.

“Este panorama se agrava, no solo por la coyuntura de devastación económica que estamos viviendo producto de la pandemia por la covid-19 en el Perú y el mundo entero, sino también por la pérdida de millones de puestos de trabajo en distintos sectores de nuestro país”, indican.

Para los gremios, la Ley de Promoción Agraria ha permitido la generación de cientos de miles de empleos formales y la reducción de la pobreza en zonas rurales, pasando de 81% a 30%.