El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) decidió declarar la caducidad del contrato a la concesionaria Aguas de Tumbes S.A. (Atusa), debido al incumplimiento de los compromisos asumidos por parte de dicha empresa.
Atusa era la única EPS privada que operaba en el país.
Se informó que la prestación de servicios de agua potable y saneamiento estará a cargo del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS).
“El Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento asume la prestación total de los servicios de saneamiento de manera provisional y excepcional en el ámbito del Contrato de Concesión, así como recibe y explota los bienes afectados a la prestación de los servicios de saneamiento”, se señaló en una resolución publicada en El Peruano.
Atusa nació como parte de un proceso de privatización que impulsó el expresidente Alejandro Toledo.
En el 2005 se privatizó EMFAPATUMBES a través de una concesión vía Asociación Pública Privada (APP). El primer consorcio que operó Atusa —entre el 2005 y 2010— fue el formado por Argentina Latínaguas (80%) y la peruana Consysa (20%), posteriormente la conducción estuvo a cargo de la Empresa Municipal Colombiana Agua de Manizales (85%) y Consysa (15%).
Finalmente, desde agosto del 2016 la concesión quedó en manos del consorcio formado por la española Inassa y Concyssa.