Andrea Herrada y Karin Miranda son dos buenas amigas desde la infancia. Fueron vecinas del barrio, estudiaron en el mismo colegio y, con el tiempo, se volvieron comadres.
Y, como es común en dos buenas amigas, ellas iban juntas a muchas fiestas.
Y prepararse para una fiesta significa, en una mujer: comprarse un vestido, zapatos, accesorios, maquillaje…
Comprarse un vestido es un ‘dolor de cabeza’, más aun con la regla no escrita en el outfit femenino: ‘Usar el mismo traje de gala, en más de una ocasión, no es muy elegante en una dama’.
Y respetar esa ‘norma’ es costoso.
«En Piura, un vestido de gala de estreno puede costar entre 700 y 1800 soles», asegura Andrea mientras conversa con una clienta con acento chileno que visita su tienda ubicada en la calle Libertad 1069, en el centro de Piura.
La oportunidad estaba frente a sus ojos: Alquiler de vestidos de gala. En Lima es un negocio que crece todos los días.
Glamour piurano
Andrea dejó su labor de Contabilidad y Administración para dedicarse a «algo que la llena», que la hace sentir bien.
Glam Dress abrió sus puertas hace dos meses y, dentro de su propuesta de valor, estaba ofrecer vestidos para todas las tallas y modelos diversos.
«Las boutiques de la ciudad tienen pocos modelos y a precios muy altos», asegura Andrea y añade: «Queremos tener para todos los gustos, en todos los colores, llegar a todas las mujeres».
Hace dos meses empezó junto a su amiga y socia.
«La primera semana tuve miedo de que el negocio no funcione. He rechazado unas propuestas laborales porque me siento bien aquí y queremos crecer», afirma.
Su oferta inició con 45 vestidos y hoy tiene el doble. «El primer mes de ingresos lo reinvertí en comprar más trajes», señala Andrea.
Los precios del alquiler de vestidos varían entre 70 a 110 soles (en vestidos largos); en vestidos cortos, los precios varían entre 50 a 70 soles.
«Nos ha ido mejor de lo que me esperé. El flujo de alquiler varia pero la idea es seguir creciendo en 25% mensual. A la semana estamos alquilando, en promedio, 12 vestidos. Esto puede mejorar porque estamos en temporada alta», señala.
Su oferta incluye vestidos nacionales e importados.
«Los importados son españoles y norteamericanos. Son modelos súper rebuscados», asegura.
Glam Dress, en el mediano plazo, también ofrecerá alquiler venta de vestidos y ventas outlet (liquidación de vestidos con máximo seis meses de antiguedad).
Cuidado al cliente
Andrea Herrada afirma que cada cliente merece una atención personalizada. Ella, asegura, «siempre le da su opinión sincera» a las mujeres que alquilan un vestido.
«Asesoramos a todas las clientes, hay un trato personalizado. Siempre trato de intervenir cuando se están probando el traje», refiere.
Andrea asegura que la idea de Glam Dress es cuidar la elegancia, los detalles bonitos y mantener el glamour.
¿Cuál es la proyección? Crecer en negocios complementarios como bisutería, maquillaje, accesorios y spa.
«En un tiempo corto, entrarás a Glam Dress y saldrás lista para la fiesta», concluye.