Era el 8 de agosto de 1990 y el Perú experimentaba una hiperinflación.
«Desgraciadamente es muy doloroso, como lo fue; la inflación de agosto (1990), fue casi 400 % y de setiembre 400 % y de ahí comenzó a declinar; pero la inflación que encontramos era 40 % mensual (…) por lo tanto no había otra solución más que esa», recordaba Juan Carlos Hurtado Miller, el recordado ministro de economía que tuvo la responsabilidad de anuncia el shock a todo el país.
Tras anunciar el temido ‘shock’, se generó una liberalización de precios que disparó el costo de varios productos de primera necesidad a la estratósfera.
El mensaje de Hurtado Miller terminó con cuatro palabras que pasaron a la historia: “Que Dios nos ayude”.
Con el ‘shock’ quedaron atrás las fuentes de la hiperinflación: los subsidios, controles de precios y de divisas que distorsionaban los incentivos, y la asignación de recursos; el crónico desbalance fiscal financiado por el BCR; el intervencionismo estatal en todos los campos de la economía; y, sobre todo, ese concepto que los economistas llaman “emisión inorgánica de moneda” y que en el Perú recibió el popular apelativo de la ‘maquinita’.
Pero el ‘shock’ no se llevó consigo a la inflación de más de un dígito. Al menos no inmediatamente.
Como recordó esta semana el Banco Central de Reserva (BCR), fue recién en febrero de 1997 que la inflación anualizada bajó hasta 9,4%.
¿Fujimori quería la medida?
Juan Carlo Hurtado Miller recordó que Fujimori tenía un grupo de asesores que no eran partidarios del shock económico, pero que luego con un equipo técnico lograron convencerlo.
«Le explicamos que no había ninguna posibilidad de que los precios relativos, en la inflación que estaba, se apoyara en los precios ejes. No hay forma de estabilizar un país si los precios ejes fundamentales no funcionan. (Fujimori) lo entendió muy bien y aceptó».
Según señala el exministro, “el plan original del expresidente Fujimmori no contemplaba el ‘paquetazo’ bajo ningún escenario».
Recién cuando Fujimori buscó el apoyo del Gobierno Japonés -recuerda Hurtado Miller – este puso como condición que Perú adopte la ‘receta’ anti-crisis que ya tenía el visto bueno del FMI.
Luego de 28 años, ¿fue buena la medida?
Para el exdecano del Colegio de Economistas de Piura, Williar Hidalgo, el Fujishock fue una de las soluciones que se escogió para corregir el desastre económico que vivíamos, «muy similar a lo que pasa Venezuela hoy», afirma.
«La medida fue traumatica pero fue el punto de quiebre. Se hicieron reformas importantes y generó estabilidad», señala Williar Hidalgo. El experto añade que luego, con un país mas estable, siguió el ‘boom de los minerales’ y eso ha permitido mantener la actual economía de los últimos 20 años.
Para el economista Juan José Marthans, del PAD de la Universidad de Piura y expresidente de la SBS, uno de los factores clave fue la modificación en la ley orgánica del Banco Central de la Reserva (BCR), que le dio autonomía constitucional a la entidad para que pudiera manejarse con independencia.
“El directorio del BCR estaba aparentemente politizado”, recuerda Marthans. Desde entonces, lo que ha primado en su conformación es un perfil con formación económica, especializado en política monetaria o con experiencia bancaria.
Elaborada con información de El Comercio