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Frutas embolsadas bajo el sol ponen en riesgo la salud: ¿Cuáles son las consecuencias para el consumidor?

Durante el recorrido, se constató que muchas frutas permanecían por horas bajo el intenso calor, sin medidas básicas de higiene ni refrigeración.

Por Gianella Negro Cruz
3 minutos
Frutas embolsadas bajo el sol ponen en riesgo la salud: ¿Cuáles son las consecuencias para el consumidor?
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El aumento de la temperatura impulsa la venta callejera de frutas embolsadas, pero la exposición al sol y la ausencia de condiciones sanitarias adecuadas representan un riesgo para los consumidores.

Frutas expuestas al calor sin control sanitario

En distintos puntos del distrito de La Victoria, se observó a vendedores ambulantes ofreciendo sandías, plátanos y uvas en bolsas plásticas expuestas directamente al sol.

Durante el recorrido, se constató que muchas frutas permanecían por horas bajo el intenso calor, sin medidas básicas de higiene ni refrigeración. En algunos puestos, los comerciantes manipulaban los alimentos sin guantes y sin acceso a agua corriente, lo que impide una limpieza adecuada.

Esta práctica, cada vez más común durante los meses de calor, genera preocupación por el posible riesgo sanitario y el riesgo para los consumidores.

Especialistas advierten sobre enfermedades gastrointestinales

El doctor Marco Almerí, especialista en salud pública, explicó a Panamericana Televisión que estas condiciones pueden derivar en enfermedades estomacales y otros problemas digestivos.

“Esta mala higiene contribuye al riesgo de enfermedades gastrointestinales. En muchos puestos no hay acceso a agua corriente, lo que impide lavar adecuadamente las frutas antes de ser peladas o servidas”, señaló.

Según el especialista, las frutas que permanecen expuestas al sol por largos periodos pueden contaminarse con bacterias y gérmenes peligrosos para la salud. Además, recomendó evitar el consumo de frutas ya peladas y preferir aquellas que puedan ser lavadas y preparadas en casa.

Es ideal consumirlas en el hogar, donde se garantiza una correcta conservación, lavado y manipulación”, añadió.

El calor acelera la descomposición y proliferación de bacterias

El intenso calor no solo altera el aspecto de las frutas, sino también su calidad nutricional y seguridad alimentaria.

Durante la inspección, se encontraron bolsas “sudadas” por la condensación del calor, un entorno que favorece el crecimiento de microorganismos. Algunos consumidores expresaron su inquietud por la falta de limpieza, mientras que otros admitieron comprar estos productos por su bajo precio, pese a las condiciones insalubres.

Además, la contaminación ambiental, el polvo, el humo y las partículas en suspensión; puede depositarse sobre los alimentos, incrementando los riesgos sanitarios. A ello se suma la posibilidad de que se utilice agua de dudosa procedencia en el riego o lavado de las frutas.

Recomendaciones para un consumo seguro

Los especialistas coinciden en que la forma más segura de consumir frutas es adquiriéndolas enteras y sin pelar. Una vez en casa, deben lavarse bajo agua corriente, manipularse con utensilios limpios y almacenarse en condiciones adecuadas para conservar su frescura y calidad.

Asimismo, recomiendan que los consumidores se informen sobre los riesgos del consumo callejero y prioricen su bienestar al elegir dónde comprar sus alimentos.

Los expertos subrayan la necesidad de que las autoridades locales intensifiquen los controles sanitarios en los puntos de venta ambulante, para garantizar el cumplimiento de los estándares básicos de seguridad alimentaria.

La vigilancia y educación sanitaria son claves para proteger la salud pública y prevenir brotes de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.