El fútbol es una de las pasiones más grandes en el Perú, pero su práctica se ve limitada por las condiciones precarias de los estadios deportivos. El abandono de las canchas, baños y vestuarios en los estadios de la Liga1 y la Liga2 es un problema que viene arrastrándose hace muchos años.
Situación que solo ha empeorado durante el primer trimestre del año por las constantes lluvias e inundaciones en distintas partes del país. Lo que deja a varios deportistas y fanáticos en condiciones inseguras e insalubres, quienes no pueden disfrutar de los partidos en instalaciones adecuadas.
Estadios Perú: Proyecto de ley
Ante esta problemática, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, afirmó para RPP que está trabajando en un proyecto de ley. Que les permita administrar los estadios que sean propiedad del Estado y hacerse cargo del mantenimiento.
Según Lozano, la FPF tiene la capacidad y el conocimiento necesario para mejorar las condiciones de los estadios de varias provincias y regiones. De esta manera, se espera que la situación de las instalaciones mejore significativamente, lo que beneficiaría tanto a los deportistas como a los fanáticos.
Por lo que pocos meses, la FPF presentará su propuesta de ley al Congreso para discutirla y trasladarla al ejecutivo.
Autocrítica
En la entrevista, Agustín Lozano reconoce que hay estadios en mal estado y que se ha tratado de trabajar para solucionar la situación lo más pronto posible. Sin embargo, esto no ha sido suficiente y la institución debe trabajar más fuerte para mejorar las condiciones de los estadios.
Falta de inversión del sector privado
Otro aspecto que contribuye a la situación es la falta de inversión del sector privado en estas instalaciones. A diferencia de otros países donde los estadios son propiedad de clubes privados, en el Perú la mayoría de los estadios son propiedad del Estado.
La falta de inversión del sector privado limita la capacidad de los clubes para mejorar las condiciones de los estadios y proporcionar una mejor experiencia. La solución a largo plazo podría ser fomentar la inversión privada en los estadios deportivos para mejorar su infraestructura y así brindar instalaciones más adecuadas a los deportistas y fanáticos.