La clave del éxito está en la adaptación constante y un claro ejemplo es Footloose, antes llamada Passarela, una de las marcas más reconocidas del sector calzado en Perú. Esta empresa con el pasar de los años demostró que para mantenerse en un mercado competitivo, es necesario adaptarse a los desafíos y necesidades de los consumidores.
Lo que comenzó como un pequeño emprendimiento personal se transformó en una de las empresas líderes del sector retail en el país. Footloose, perteneciente a Inversiones Rubin’s S.A.C., tiene más de 16 años de experiencia en el rubro y logró consolidar su presencia en el mercado peruano con una sólida estrategia de expansión y adaptación tecnológica.
Actualmente, Footloose opera con 130 tiendas físicas posicionadas en todo el Perú. A esto se suma su red de comercio electrónico, que le permite llegar a más de 11 millones de consumidores al año. Este enfoque omnicanal es clave para su crecimiento sostenido, especialmente en un contexto donde las compras digitales están ganando protagonismo.
De esta manera, Footloose demuestra que la innovación y la conexión con las necesidades del cliente son pieza clave para liderar el sector retail.
Un legado familiar al servicio del crecimiento
Miguel Angel Vergara Rubin trabajaba en una tienda de calzado cuando descubre su interés en este rubro. En 1997 decide dejar de trabajar para abrir su propio emprendimiento en el centro de Lima bajo el nombre Passarela.
Esta fue el sustento para su familia, sin imaginar que con el paso de los años lograría posicionarse en el mercado peruano.
En 1999 se funda como una sociedad anónima cerrada, Inversiones Rubin’s S.A.C., esta inició operaciones con el nombre de su primera tienda, Passarela. Desde sus inicios, Miguel Angel Vergara Rubin continuaba como líder y era quien diseñaba estrategias clave y supervisaba las operaciones.
A su lado, sus hijos Luz Valeria, Susana Yvette y Miguel Alejandro Vergara Lock asumieron roles estratégicos, contribuyendo al desarrollo de la empresa con una visión moderna y diversificada.
En 2001, la expansión comenzó con la inauguración de su segunda sucursal en Jesús María. Desde entonces, Footloose continuó su crecimiento, ingresando en 2003 a Plaza Norte, uno de los principales centros comerciales de Lima, y expandiéndose a ciudades como Chiclayo en 2004.
Footloose siempre resaltó por su continua adaptación y es que en 2007 dio pase a sus primeras ventas por catálogo, debido al avance de la tecnología y el posicionamiento de otras marcas en el sector. Al pasar los años con la constante transformación digital, la empresa dio inicio al E-commerce en 2017.
De Passarela a Footlose: Transformación estratégica
Cambiar el nombre de una marca con años de trayectoria siempre conlleva riesgos, pero también puede ser una oportunidad para crecer y conectar con nuevos públicos. En 2018, Passarela, luego de un análisis interno de la empresa decidió iniciar un estudio para poder transformarse en Footloose.
La decisión no fue sencilla, pues Passarela enfrentaba un dilema, su nombre, asociado principalmente al público femenino adulto, limitaba su capacidad para expandirse hacia nuevos segmentos como hombres, jóvenes e incluso niños. Según los directivos, este posicionamiento impedía los planes de diversificación y crecimiento.
Debido a esto, se tomó la decisión de que la empresa necesitaba un cambio y optaron por abarcar una mayor diversidad de consumidores.
Pese a las dudas iniciales, los líderes de la empresa confiaron en un plan integral que combinaba investigación de mercado, diseño profesional y una sólida estrategia de reposicionamiento. Para el 2019, Footloose inauguró dos nuevas tiendas y cerró el primer trimestre con un incremento del 8% en su facturación.
Mientras que la transición oficial del nombre comenzó a finales de junio de 2020, cuando el nuevo nombre, Footloose, se presentó al público. Este cambio formó parte de una reestructuración más amplia que incluía la introducción de una línea de productos masculinos, la renovación de su imagen hacia una propuesta más neutra y la modernización de sus espacios comerciales. Además, la marca anunció su incursión en la omnicanalidad, buscando integrar sus canales físicos y digitales para mejorar la experiencia del cliente.
Para 2021, ya contaba con más de 100 tiendas físicas en Perú, reforzando sus canales B2B («de empresa a empresa», un modelo de negocio en el que se venden productos o servicios entre empresas ) y B2C («de empresa a consumidor», es un modelo de negocio en el que se venden productos o servicios directamente al consumidor final).
En 2022, alcanzó su tienda número 113 en Arequipa y anunció un plan ambicioso: llegar a 200 locales en Perú y expandirse a Bolivia y Ecuador hacia 2025. Este mismo año, lanzó su línea de zapatillas ecosostenibles «2CHANGE», que utiliza látex recolectado del árbol shiringa, un árbol nativo del cual se obtiene látex para producir caucho natural. Estos productos presentan un proceso sostenible y regenerativo.
En el 2023, la marca logró un crecimiento del 11% en ventas y la apertura de 17 tiendas, celebrando su primera tienda en Ecuador, reafirmando su enfoque en la internacionalización.
Compromiso con la innovación y la sostenibilidad
Footlose no solo es sinónimo de moda y calidad, sino también de compromiso con el entorno. La empresa integró prácticas sostenibles en sus operaciones, reflejando una preocupación genuina por el impacto ambiental.
Desde 2019, Footloose publica anualmente su Reporte de Sostenibilidad, destacando iniciativas en gestión de residuos y reciclaje.
Asimismo, la empresa también colabora con ProInnóvate en la creación de geotextiles a partir de hojas de papa y promueve prácticas responsables entre sus colaboradores, fomentando el uso eficiente de recursos como agua y energía.
Footlose continúa expandiéndose y diversificando su oferta, posicionándose como una marca que no solo entiende las necesidades de sus consumidores, sino que también las anticipa. Su historia es un testimonio de cómo la innovación, el liderazgo y la visión estratégica pueden impulsar a una empresa hacia el éxito.
Footloose demuestra que con estrategia, visión y compromiso, es posible superar desafíos y crecer en mercados altamente competitivos.
Perspectivas y retos
Para 2024, Footloose está cerrando con cuatro tiendas en Ecuador, incluyendo ubicaciones estratégicas en Guayaquil y Machala, con una inversión de US$140,000 por local. Además, tiene en la mira Bolivia, donde buscará establecerse mediante un modelo de franquicias.
La empresa espera cerrar este 2024 con un crecimiento del 7%, facturando S/340 millones y proyecta un aumento del 10% para 2025.
Las categorías más vendidas incluyen calzado deportivo, sandalias y productos infantiles. A pesar de los desafíos económicos al inicio de 2024, la campaña escolar impulsó las ventas en marzo, demostrando la resiliencia de la marca.
Con su enfoque en la innovación, la sostenibilidad y la expansión regional, Footloose se consolida como un referente en el mercado de calzado, marcando la pauta para el futuro del retail en Perú y más allá.