La crisis política que atraviesa el Perú da pie a un mal inicio e incertidumbre de la economía durante el 2023. Tal es el caso que el Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que que las perspectivas son inciertas y los prevalecen los riesgos a la baja.
”Las perspectivas son muy inciertas y prevalecen los riesgos a la baja”, afirmó en la declaración publicada luego de culminada la misión en el Perú.
A nivel local los principales riesgos incluyen una intensificación de la incertidumbre política, el malestar social por los acontecimientos políticos y los desastres naturales, que podrían obstaculizar la actividad económica y poner en riesgo la consolidación fiscal planificada a mediano plazo.
Por su parte, otros riesgos para el Perú incluyen una intensificación de los efectos secundarios de la guerra de Rusia en Ucrania, una desaceleración global abrupta con la volatilidad de los precios de las materias primas asociada y un posible desanclaje de las expectativas de inflación que obliguen a un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.
Finalmente, el FMI prevé que el crecimiento del PBI del Perú se desacelerará al 2,4% en 2023, tras crecer alrededor de 2.7% en el 2022, cifra que ya muestra una fuerte desaceleración respecto del 13.5% que se alcanzó en el 2021.
Es por ello que la entidad internacional señala que se espera que la actividad económica peruana se recupere lentamente en el corto plazo, pues el crecimiento en los siguientes años sería de 3%, es decir, cercano a su potencial.