La obtención de los brevetes o licencias de conducir se ha vuelto en un «negocio» para las escuelas de conductores y los centros médicos. Los precios de los exámenes médicos cuestan el doble, así lo advirtió el presidente de Luz Ámbar, Luis Quispe Candia.
«Ahora, los exámenes médicos cuestan el doble, pero no porque ha mejorado el servicio de atención, sino porque se ven obligados a tener a las personas más horas viendo televisión, y tienen menos espacio en sus locales, por lo que se ven obligados a cobrar más. Antes se pagaba S/ 80 y ahora más de S/ 200», expresó Quispe Candia.
Recordó que, tras la crisis en la emisión de los brevetes, se exigió que los exámenes médicos sean de dos horas, en los centros de salud«pero dichos establecimientos sólo les toman unas muestras y la huella digital», detalló.
Evaluación psicológica dudosa
El representante de Luz Ámbar también se quejó de una supuesta informalidad en la toma de los exámenes médicos y psicológicos, pues estos centros no estarían contratando a personal médico especializado.
«¿Cómo es posible tanta informalidad? En estos centros médicos solo actúan representantes y no psicólogos, y solo piden la huella digital para cumplir los procesos que exige el MTC», mencionó.
¿Cuántos son?
Según Luz Ámbar, en el Perú existen alrededor de 300 centros de salud que se dedican exclusivamente para la emisión de certificados para los brevetes; sin embargo, la evaluación no es rigurosa, poniendo en riesgo que los conductores no sean los más calificados, y generando los accidentes de tránsito que se registran diariamente.
¿Qué alternativa plantea?
Ante la distorsión de la evaluación médica y psicológica, considera que los establecimientos deben cumplir condiciones mínimas, cómo años de experiencia, o ser los hospitales del Estados o clínicas particulares, entre otros aspectos.
“Hoy los centros médicos para los brevetes son canchones, y a veces son pequeños locales, con las mínimas exigencias para que el MTC los autorice, y muchas veces son puntos de concentración para ser trasladados a otros lugares”, dijo Quispe.
Escuelas de conductores
Otro de los problemas son las escuelas de conductores, en este caso “el concepto de profesionalización se ha distorsionado” sostiene Luis Quispe.
Así, tras la “reorganización” en la fiscalización para emisión de brevetes se estableció que la asistencia a las escuelas de conductores no era un requisito para la evaluación de conocimiento para la obtención de los brevetes profesionales A2 y A3.
Sin embargo, considera que ello no ha llenado el vacío de la profesionalización, sino que este debería recaer en entidades mejores calificadas.
“Las escuelas de conductores profesionales deberían tener un nivel de CETPRO, controlada bajo la vigilancia del Ministerio de Educación y no por el MTC”, mencionó, tras indicar que deberían establecerse ciclos de formación.
En el Perú existen alrededor de 250 escuelas de conductores, pero al igual que los centros médicos, duda del nivel de formación profesional.
La profesionalización no es un tema exclusivo en el Perú, sino que es de exigencia en todos los países.
En ese sentido indicó que las escuelas de conductores los promotores tienen que tener un nivel de formación mínimo como docentes o profesionales con vocación de servicio. “Eso lo debería evaluar el Minedu”.
Finalmente, propuso que la renovación de lo brevetes debería ser escalonada, es decir que en la primera emisión debería ser de un año, y luego de ese periodo debería analizarse si tuvo o no infracciones. Así, tras ello se debería evaluar si se le renueva o no, luego por tres años más y 10 años más.