Un grupo de estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) desarrolló un purificador de agua que funciona únicamente con energía solar. Esta propuesta tiene como objetivo enfrentar la falta de acceso al agua potable en zonas costeras del Perú, especialmente en comunidades vulnerables que viven cerca del mar.
Agua potable con sol y bajo costo
El equipo, formado por Josué Valverde, Bilha Tolentino, Guianfrank Leonardo, María Angelina Rivera, Rodrigo Pillaca y María Salazar, diseñó un desalinizador que convierte agua salada en potable. El dispositivo, inspirado en el modelo francés de Marine Tech, imita el ciclo natural del agua: primero calienta el líquido con energía solar, luego lo evapora y finalmente condensa el vapor, obteniendo agua limpia y segura para el consumo.
Una de las características más importantes del invento es su bajo costo. Según Valverde, los materiales necesarios para construirlo cuestan entre S/50 y S/100.
¿Cómo funciona este purificador solar?
El sistema utiliza principios sencillos de la física. Consiste en un recipiente esférico, un plato metálico para contener el agua salada y una jarra que sirve como depósito. Al recibir la luz solar, el agua se calienta, se evapora y, al enfriarse, se condensa en forma de gotas. Este proceso permite eliminar la sal y otros minerales presentes en el agua de mar.
En un tiempo aproximado de tres horas, el purificador puede producir entre tres y cuatro litros de agua potable. “Todo el proceso es natural, sin necesidad de electricidad ni productos químicos”, detalló la estudiante Bilha Tolentino.
Una solución sostenible para un problema urgente
José Manuel López Ludeña, jefe de la carrera de Ingeniería Industrial de la UARM, señaló que este tipo de proyectos demuestra el potencial de la educación científica y técnica en el país. “Nuestros estudiantes aplican los conocimientos adquiridos en clase para ofrecer soluciones reales a los problemas que enfrenta el Perú. Este es un claro ejemplo de innovación con impacto social”, comentó.
Además, resaltó que este tipo de tecnología puede usarse sin contaminar el medio ambiente, lo que la convierte en una alternativa sostenible para el abastecimiento de agua.
El grupo de estudiantes espera que esta iniciativa se pueda replicar a gran escala y beneficie a muchas más personas.