Las compañías de telecomunicaciones Entel (chilena) y América Móvil (del magnate Carlos Slim) disuelven alianza que habían firmado para presentar una oferta conjunta por la adquisición de los activos de Telefónica en Chile, cuya marca comercial es Movistar.
El proceso de venta continúa, pero sin alianza
Ambas empresas confirmaron, a través de un comunicado enviados a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que ahora explorarán la posibilidad de compra por separado.
Entel explicó que la decisión de finalizar el acuerdo con América Móvil se debe a que el proceso de due diligence (análisis exhaustivo) y el estudio de los activos de Telefónica en Chile aún no han concluido.
La telco chilena aseguró que seguirá participando en el proceso de adquisición. «Entel seguirá participando en el proceso conducido por Telefónica para la venta de sus activos en Chile y, asimismo, evaluando alternativas que le permitan eventualmente presentar una oferta vinculante por dichos activos”, señaló la compañía.
Por su parte, América Móvil, horas más tarde, confirmó que ahora «explorará, de manera individual, su potencial participación en dicho proceso».
Entel advirtió que, al no haber concluido el análisis, aún no es posible determinar el alcance, el monto ni las demás condiciones de una potencial oferta vinculante.
Desaceleración de telefónica en la región
Este proceso de venta se enmarca en la estrategia de desinversión de la multinacional española Telefónica en Latinoamérica. La compañía informó que sus ingresos en la región (excluyendo Brasil) cayeron un 11.3% en los primeros nueve meses del año, totalizando 3,627.6 millones de dólares.
Telefónica ya concretó la venta de sus filiales en Uruguay y Ecuador el pasado 30 de octubre, luego de haber vendido las operaciones de Argentina y Perú en el primer semestre. Además, la empresa mantiene pendiente el cierre de la venta de sus activos en Colombia.
En Chile, aunque la operación de Movistar experimentó una mejora en el desempeño comercial de clientes de contrato y banda ancha, sus ingresos generales cayeron un 2.8% en los primeros nueve meses del año.