Debido a la pandemia de la Covid-19, las emprendedoras se vieron en la obligación de reinventarse si es que querían que sus negocios se mantuvieran a flote.
De acuerdo con un estudio realizado por los profesores principales de la Universidad del Pacífico (UP), María Angela Prialé y Jorge Dávalos, hay algunos tipos de barreras que enfrentan las emprendedoras al momento de consolidar una empresa.
¿Qué barreras enfrentan las emprendedoras?
Autoconfianza y motivación: es necesario abordar el tema de la autoconfianza y motivación como parte de las acciones formativas para el fortalecimiento de destrezas gerenciales. Ello puede suceder vía la mentoría personal centrada en aspectos socio-emocionales para combatir los estereotipos, que podrían derivar en prejuicios de género que limiten el desarrollo de las empresarias.
Por otro lado, es importante introducir medidas de apoyo al balance trabajo – familia, que incluyan, por ejemplo, servicios de cuidado de bebés y niños/as, así como visibilizar que la familia es trabajar en equipo.
Acceso al financiamiento: es necesario trabajar en el desarrollo de productos financieros para los emprendimientos de mujeres que superaron los estadios iniciales del negocio. Sería relevante introducir programas de coaching para el acceso al financiamiento a fin de que puedan trabajar en alianza con las microfinancieras.
Además, de vincular el acceso a recursos financieros con la implementación de iniciativas de responsabilidad social en materias como prácticas laborales, gobernanza, asuntos de consumidores, prácticas justas de operación y medio ambiente.
Acceso al networking: es indispensable crear espacios de encuentro entre y para las mujeres a fin de abordar con libertad temas como la violencia de género. Pero también, escenarios en foros empresariales, tradicionalmente masculinos, en los que se expongan experiencias exitosas de emprendimiento de ambos sexos.
Además, es deseable potenciar la participación de las mujeres en redes que les faciliten el acceso a la tecnología y el uso de laboratorios, siendo fundamental integrar a las emprendedoras de provincia en estas redes.
Finalmente, es importante crear oportunidades para integrar los programas de fomento al emprendimiento de mujeres con iniciativas de promoción a la responsabilidad social.