El MIT Technology Review en español ha presentado hoy la lista de los mejores innovadores de Latinoamérica del 2020 menores de 35 años.
«Premiamos a 35 jóvenes innovadores menores de 35 años para destacar sus proyectos y mostrar algunas de las posibles direcciones que tomará la tecnología en la próxima década», dice la página web oficial.
En total, son 35 jóvenes innovadores que han sido elegidos por el prestigioso portal y cinco de ellos son peruanos.
Alejandra Cuba, 26 años
La ingeniera alimentaria inventó CaoPack, una startup que utiliza los residuos generados en la producción de alimentos como envases para chocolates o jabones.
«Su apuesta por la economía circular para reducir la contaminación alimentaria han convertido a Alejandra en una los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2020 de MIT Technology Review en español»
Jesús Mueras, 30 años.
El ingeniero eléctrico ha diseñado un monitor basado en Internet de las costas que obtiene información en tiempo real de la red eléctrica para mejorar la eficiencia y productividad de fábricas, empresas y hogares.
Iotomato es el nombre de la startup que ayuda a los clientes a reducir su consumo energético y disminuir su huella de carbono.
El producto de iotomato es «una cajita muy pequeña de donde salen unos cables para poder medir la corriente de manera no intrusiva y una antena para transmitir la información por wifi», cuenta Mueras.
Juvenal Ormachea, 32 años.
El doctor en Ingeniería Eléctrica e investigador posdoctoral en la Universidad de Rochester (Estados Unidos) Juvenal Ormachea ha creado un método no invasivo para detectar el cáncer y enfermedades del hígado como la cirrosis. Su enfoque se basa imágenes médicas por ultrasonidos generadas mediante ecógrafos.
Athali Castro, 28 años.
La ingeniera biotecnóloga ha fundado Oxcem, una empresa biotecnológica que resuelve problemas ambientales a través de soluciones inspiradas en la naturaleza. Sus módulos de microalgas fijan el carbono presente en el aire y liberan a cambio oxígeno. Además, están diseñados especialmente para zonas urbanas donde hay poco espacio para plantar árboles. Cada uno de ellos ocupa apenas un metro cuadrado y genera el oxígeno que producirían 100 árboles.
Su enfoque se plasma en forma de sumideros de carbono a través de biorreactores de algas para absorber el carbono en el aire de grandes ciudades. Este secuestro del dióxido de carbono atmosférico se lleva a cabo mediante otro proceso natural: la fotosíntesis.
Robinson López, 31 años.
Con el objetivo de ayudar a los pequeños agricultores a obtener mayores ganancias, el ingeniero peruano Robinson López desarrolló Agros, una startup busca empoderar el campo con las mejores tecnologías disponibles, y favorecer la inclusión digital y financiera de los pequeños agricultores.
El joven fue consciente de los retos del mundo rural al heredar las tierras de su abuela y descubrir que generaban más deudas que beneficios. «AGROS es un ecosistema de soluciones digitales que busca profesionalizar la agricultura familiar mediante la creación de una identidad digital del agricultor», explica.