La introducción de los diferentes sectores de negocio que existen ha variado mucho en los países de América Latina. Mientras que en algunos su llegada fue muy bien recibida por parte de la sociedad, otros tuvieron que luchar durante un tiempo para poder establecerse. Un buen ejemplo de esto último es lo que le ocurrió a los juegos de azar en Perú.
A día de hoy, como puede ver cualquier que visita esta web, existe un número muy importante de casinos online y físicos que son ampliamente reconocidos por todo el mundo. Sin embargo, esto no siempre fue así, y el mundo del juego ha vivido diferentes etapas en el territorio peruano. Ha pasado de unos orígenes lúdicos a convertirse en un sector de negocio bastante importante.
Pero, ¿realmente se conoce la historia de cómo el juego ha evolucionado en el país? A continuación, un repaso cronológico al avance de este sector en Perú.
De las raíces antiguas al siglo XX
A nivel general, los juegos de azar en Perú empezaron a aparecer en la época precolombina, impulsados por los indígenas. Estas prácticas se vieron potenciadas por la conquista española, que introdujo otras variantes, como la lotería o las cartas.
Mucho tiempo después, en el inicio del siglo XX, los diferentes avances vividos por el país trajeron consigo los casinos y las salas de juego. Comenzaron a ser lugares muy concurridos en Lima, aunque operaban de forma un poco clandestina, ya que en aquel momento no había ninguna regulación vigente que los controlase.
Regulación a partir de los 70
El estado, viendo la situación que se estaba provocando, comenzó a poner orden en este tipo de casinos. En 1979 lanzó la primera Ley de Casinos y Máquinas Tragamonedas, aunque muchos establecimientos siguieron operando al margen de la legalidad. Además, la crisis económica y política que se experimentó en los 80, potenció este tipo de negocios opacos, que no cumplían ninguna normativa.
Ya en los 90, bajo el mandato de Alberto Fujimori, la liberalización de la economía llevó a la instalación de máquinas tragaperras en diferentes locales ajenos a los casinos. Esto hizo que el interés en este tipo de juegos creciese, por lo que en 2002 se aprobó una nueva ley. Pese a que compartía nombre con la de 1979, está demostró ser mucho más férrea. Obligó a los negocios clandestinos a formalizar su situación, y estableció importantes controles al sector. De hecho, con ella se consiguieron también más ingresos a nivel fiscal.
Realidad actual
En este momento, Perú tiene una regulación muy consolidada con los juegos de azar. Todo funciona bajo el control del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, que regula los casinos y los elementos que están fuera de ellos (como podrían ser las tragaperras). El objetivo es que operen de acuerdo a las normas establecidas.
A eso se puede añadir que, en 2022, viendo el auge de las plataformas de juego online, el gobierno peruano aprobó una ley, que también incluyó a las casas de apuestas. Todo ello con la idea de garantizar la limpieza de un sector donde mucha gente realiza actividades.
La introducción de los diferentes sectores de negocio que existen ha variado mucho en los países de América Latina. Mientras que en algunos su llegada fue muy bien recibida por parte de la sociedad, otros tuvieron que luchar durante un tiempo para poder establecerse. Un buen ejemplo de esto último es lo que le ocurrió a los juegos de azar en Perú.
A día de hoy, como puede ver cualquier que visita esta web, existe un número muy importante de casinos online y físicos que son ampliamente reconocidos por todo el mundo. Sin embargo, esto no siempre fue así, y el mundo del juego ha vivido diferentes etapas en el territorio peruano. Ha pasado de unos orígenes lúdicos a convertirse en un sector de negocio bastante importante.
Pero, ¿realmente se conoce la historia de cómo el juego ha evolucionado en el país? A continuación, un repaso cronológico al avance de este sector en Perú.
De las raíces antiguas al siglo XX
A nivel general, los juegos de azar en Perú empezaron a aparecer en la época precolombina, impulsados por los indígenas. Estas prácticas se vieron potenciadas por la conquista española, que introdujo otras variantes, como la lotería o las cartas.
Mucho tiempo después, en el inicio del siglo XX, los diferentes avances vividos por el país trajeron consigo los casinos y las salas de juego. Comenzaron a ser lugares muy concurridos en Lima, aunque operaban de forma un poco clandestina, ya que en aquel momento no había ninguna regulación vigente que los controlase.
Regulación a partir de los 70
El estado, viendo la situación que se estaba provocando, comenzó a poner orden en este tipo de casinos. En 1979 lanzó la primera Ley de Casinos y Máquinas Tragamonedas, aunque muchos establecimientos siguieron operando al margen de la legalidad. Además, la crisis económica y política que se experimentó en los 80, potenció este tipo de negocios opacos, que no cumplían ninguna normativa.
Ya en los 90, bajo el mandato de Alberto Fujimori, la liberalización de la economía llevó a la instalación de máquinas tragaperras en diferentes locales ajenos a los casinos. Esto hizo que el interés en este tipo de juegos creciese, por lo que en 2002 se aprobó una nueva ley. Pese a que compartía nombre con la de 1979, está demostró ser mucho más férrea. Obligó a los negocios clandestinos a formalizar su situación, y estableció importantes controles al sector. De hecho, con ella se consiguieron también más ingresos a nivel fiscal.
Realidad actual
En este momento, Perú tiene una regulación muy consolidada con los juegos de azar. Todo funciona bajo el control del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, que regula los casinos y los elementos que están fuera de ellos (como podrían ser las tragaperras). El objetivo es que operen de acuerdo a las normas establecidas.
A eso se puede añadir que, en 2022, viendo el auge de las plataformas de juego online, el gobierno peruano aprobó una ley, que también incluyó a las casas de apuestas. Todo ello con la idea de garantizar la limpieza de un sector donde mucha gente realiza actividades.