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El liderazgo femenino: más allá de la cuota de género

Según Harvard Business Review, las mujeres líderes obtienen mejores puntajes que los hombres en 17 de las 19 competencias clave de liderazgo.

Por Infomercado Publicado: Últ. actualización: 10 junio, 2025 04:25
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Mujeres ganan

Durante años, la presencia de mujeres en cargos de liderazgo ha sido impulsada por medidas como las cuotas de género, diseñadas para corregir desigualdades históricas en la participación femenina. Sin embargo, más allá de las cifras y los porcentajes, en la realidad se impone una verdad: las mujeres aportan formas únicas y transformadoras de ejercer el liderazgo.

Numerosos estudios han demostrado que el liderazgo femenino se caracteriza por un enfoque colaborativo, empático y orientado a resultados sostenibles.

Según un análisis de Harvard Business Review (2019), las mujeres líderes obtienen mejores puntajes que los hombres en 17 de las 19 competencias clave de liderazgo, destacando en habilidades como la toma de iniciativa, la integridad, la colaboración y el desarrollo de otros. Estos estilos de liderazgo generan climas laborales más saludables y equipos más cohesionados, lo que a su vez se traduce en una mayor retención de talento y mejores resultados organizacionales.

En contextos organizacionales, las mujeres han demostrado ser especialmente eficaces en la gestión de crisis, como se evidenció durante la pandemia de COVID-19.

Un estudio del Centro de Liderazgo para la Mujer en la Universidad de Liverpool (2021) destacó que los países liderados por mujeres presentaron tasas de mortalidad más bajas y una comunicación más clara y humana durante la emergencia sanitaria. Lideresas como Jacinda Ardern (Primera ministra de Nueva Zelanda), Angela Merkel (Canciller de Alemania), Tsai Ing-wen (Presidenta de Taiwán) y Mette Frederiksen (Primera ministra de Dinamarca) fueron reconocidas internacionalmente por su capacidad de tomar decisiones firmes sin descuidar el bienestar social y emocional de sus ciudadanos.

Las cuotas de género han sido necesarias, sí, pero el objetivo no debe ser solo cumplir con un número, sino transformar la cultura organizacional. Cuando una mujer ocupa un cargo de liderazgo, no solo representa una estadística: puede convertirse en un modelo, una voz que cuestiona inercias, que introduce nuevas perspectivas y humaniza las decisiones.

Además, el liderazgo femenino suele estar orientado a generar impacto más allá de la rentabilidad, incorporando valores como la responsabilidad social, la equidad y el desarrollo sostenible. La consultora McKinsey & Company, en su informe Women in the Workplace 2023, reporta que las empresas con mayor presencia femenina en puestos de decisión muestran mejor desempeño financiero y mayor innovación. De hecho, aquellas con una diversidad de género por encima del promedio tienen un 25% más de probabilidades de superar el rendimiento financiero medio de su sector.

No obstante, pese a los avances, las mujeres siguen enfrentando barreras invisibles: techo de cristal, brechas salariales, sesgos inconscientes, entre otros. Según el Foro Económico Mundial (2024), al ritmo actual, se necesitarán 131 años para cerrar completamente la brecha de género a nivel mundial. Estas realidades exigen una transformación estructural que incluya políticas de conciliación, programas de mentoría y una revisión crítica de los modelos tradicionales de liderazgo.

Es importante que las organizaciones no solo incluyan a mujeres en la mesa, sino que también estén dispuestas a redefinir las reglas del juego cuando sea necesario. Impulsar el liderazgo femenino no se trata de una moda ni de una obligación legal, sino de una apuesta estratégica y ética. Las organizaciones más exitosas del mundo ya lo han entendido: la diversidad en la toma de decisiones es una fuente comprobada de innovación, resiliencia y crecimiento sostenible.

Por eso, el verdadero desafío hoy no es cuántas mujeres hay en cargos directivos, sino cuánto espacio tienen para liderar con autenticidad y cuánto valoramos las nuevas formas de liderazgo que representan.

Escrito por Susana Seminario, Gerente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura