En el reporte de política monetaria del mes de abril, el BCRP se mostró preocupado por el nivel de inflación. Y es que a nivel nacional llegó a 7.5% interanual en el mes de marzo, como resultado de la fuerte subida de los precios de las materias primas.
En dicho reporte monetario, el directorio del BCRP elevó la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos (0.50%), es decir a 4.50%, siendo la novena vez consecutiva que eleva la tasa, llevándola a un nivel no visto desde hace 13 años (en ese entonces debido a los efectos de la crisis financiera que se dio en Estados Unidos).
El objetivo que busca el BCRP al subir la tasa de interés es evitar que las expectativas de inflación sigan aumentando, a pesar de ello, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido un gran impacto sobre el precio de las materias primas, provocando que las expectativas de inflación a 12 meses pasen de 3.75% a 4.39%.
Asimismo, la tasa de interés real, que es la resta entre la tasa de interés nominal (la que el banco usa como instrumento monetario) menos la inflación, ha visto detenido su incremento que venía desde octubre del 2021, y que en el presente año ya había entrado en terreno positivo en línea con el propósito del BCRP de tener una postura contractiva.
Dado el contexto, en la próxima reunión programada para la segunda semana de mayo, es muy probable que el directorio del BCRP ajuste a la alza por décima vez consecutiva la tasa de interés. Además se espera que en mayo el BCRP anuncie novedades sobre ciertas políticas macroprudenciales como los requerimientos de encaje.
En su último comunicado, el BCRP dio a entender que la política de normalización monetaria podría extenderse pues consideran que la inflación tardará mas tiempo en revertirse, aproximadamente durante el segundo o tercer trimestre del 2023.
La tasa de interés es la principal herramienta de política monetaria, y es muy probable que se sigan dando aumentos en ella, la magnitud dependerá de las expectativas de inflación -que ha aumentado por la invasión rusa y conflictos internos- y el crecimiento económico, que parece haberse acelerado en el primer trimestre de este año lo que podría proporcionar cierta holgura a la política monetaria.
El gobierno ha adoptado algunas medidas para evitar que los precios continúen subiendo, como subsidios y recortes de impuestos, esto puede otorgar cierto alivio en el corto plazo y moderar las expectativas inflacionarias, pero no atacan la dinámica alcista de la inflación.