El Muay Thai es un deporte que se ha vuelto muy conocido últimamente por los enfrentamientos de la UFC.
Sin embargo, esta arte marcial ha existido durante muchos años en el entorno mundial, pero no se le han dado los reflectores necesarios, por lo menos en Perú.
De la antigua escuela de maestros que practican este deporte se encuentra José Allemant, un conocido profesor de muay thai de Piura que ha viajado por todo el mundo para mejorar su técnica en las artes marciales mixtas.
“Yo estuve en Estados Unidos y Venezuela, en este último defendí los colores internacionalmente y gané en el caribe y en centro américa”, sostuvo José.
Y es que José ya tiene 70 años y a su edad sigue dirigiendo una academia de artes marciales mixtas en Piura, ganándose así, el corazón de sus alumnos.
Una vida de artes marciales
Allemant es un gran fanático de las artes marciales y las disfruta cada vez que las pone en práctica.
Con ello, se nota su emoción cuando habla de este estilo de pelea.
“Yo enseño muay thai, que son artes marciales mixtas iniciadas en Tailandia. Este deporte se enfoca en los golpes con el codo, puños, rodilla, canilla y, en el suelo, se aplica mucho lo que es el jiu jitsu, que son llaves y estrangulaciones”, explicó con entusiasmo.
Se nota la emoción del maestro al reconocer que cada vez el muay thai tiene mayor relevancia globalmente, pero sus enseñanzas vienen desde la fuerza aérea.
“Cuando estaba en la fuerza aérea del Perú inicié en unos talleres donde enseñaban artes marciales y ahí aprendí todo tipo de pelea. Luego, cuando me fui a EEUU, aprendí mucho más”, indicó.
La carrera por la reflexión
Aunque José haya sido un gran fanático de las artes marciales, el camino para llegar a ser maestro no fue nada fácil.
Cuando Allemant estuvo en Venezuela recibió una noticia que le provocó depresión: la muerte de su madre.
“Yo vivía en una vida mundana, incluso cuando vine a Perú me interné en un centro de rehabilitación por depresión por la muerte de mi mamá”, explicó
Cuando estuvo en el centro de rehabilitación tuvo una revelación que desembocó en unas intensas fuerzas de atraer a los jóvenes al buen camino.
“Sentí el llamado como pastor evangélico, pero no para poner iglesias, sino para atraer a los jóvenes a que sigan el camino de Dios”, sostuvo.
Y es que José es evangélico y tiene a Dios como prioridad absoluta. Aunque comenzó atrayendo a jóvenes a través de la palabra, sintió que las artes marciales también serían un camino de encuentro con Dios.
“Me he graduado como cinturón negro de diversas artes marciales. Todos esos reconocimientos me ayudaron a que el IPD me diera la autorización para enseñar en el Perú”, explicó con orgullo José.
Y así, desde 1998, tuvo la autorización de enseñar por el IPD y ya lleva más de 20 años con su academia y planea seguir en pie por mucho tiempo.
“Mis alumnos están autorizados en concursar campeonatos nacionales desde 1998”, indicó.
Piura y el servicio a los demás
“Cuando permanecí en Perú, empecé a dar clases de artes marciales en la Cesar Vallejo de Trujillo. Luego, me fui a Cajamarca por la Universidad Alas Peruanas. Finalmente, conocí a varios directores de colegios que me invitaron a Piura”, explicó Allemant.
Y es que en Piura desarrolló su compromiso social a mayor medida.
“Yo trato de rescatar a los niños que están en la calle, niños que están desamparados, como es el caso de Nonato”, sostuvo.
Pablo Nonato Panduro era un niño que según José tenía una vida perdida, pero, con sus enseñanzas, lo hizo ser campeón.
“En el caso de Nonato, él era un niño de la calle, pero conversé con él y, aunque fue difícil al principio, pudo ganar varios campeonatos, uno de ellos en Orlando – Florida”, explicó.
“Ahora forma parte de un dúo de acróbatas que hasta tienen un record Guinness. Él subió con los ojos vendados 97 escalones en España, mientras tenía en su cabeza a Joel Yaicate Saavedra”, agregó.
Gracias a Allemant, Nonato pudo crecer y tener una vida digna. Casos como ese hay bastantes en el repertorio del maestro.
Actualmente, su academia se llama «Escuela de Art. Marc. Allemant» y la dirige en el Parque Infantil todos los días de semana desde las 5 de la tarde, mientras que los fines de semana se encuentra de 8 am hasta las 12 pm.
Lo impresionante es que el maestro no busca lucrar con la academia, sino guiar a los niños y jóvenes a través del muay thai.
“Yo no cobro en la academia, pero estoy dispuesto a recibir alguna colaboración”, indicó.
Se nota que Allemant rige su academia por pura vocación y sentimiento, hombres admirables como él se han perdido con el tiempo. En el mundo se tiene que aprender a ser más como el maestro Allemant.
Contáctate con la academia
Si deseas contactarte con la «Escuela de Art. Marc. Allemant» lo puedes hacer por medio de su página de Facebook o a través de Whatsapp: +51 976 485 738.