Estados Unidos y China acordaron una tregua comercial de un año tras la reunión entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en Busan, Corea del Sur, con medidas que incluyen la rebaja de aranceles, la suspensión de tarifas portuarias y el relanzamiento del comercio agrícola.
Rebaja y suspensión de aranceles
Washington redujo del 57% al 47% los aranceles aplicados a las importaciones chinas, además de bajar del 20% al 10% los gravámenes sobre el tráfico de fentanilo, según confirmó Donald Trump.
Asimismo, los “aranceles recíprocos” del 24% sobre los bienes procedentes de China, incluidos Hong Kong y Macao, que debían entrar en vigor el 10 de noviembre, se mantendrán suspendidos durante un año, así lo informó el Ministerio de Comercio chino.
China se comprometió a aplicar los “ajustes correspondientes a sus contramedidas”, que incluían tasas del 10 al 15% sobre productos agrícolas y energéticos estadounidenses, como pollo, lácteos, soja, maíz, trigo, pescado, petróleo y carbón. Ambos países también prolongaron ciertas “excepciones arancelarias”, aunque sin detallar los productos.
Pausa en controles a exportaciones y tierras raras
El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, anunció que su país retrasará un año la aplicación de restricciones a empresas chinas incluidas en la “lista negra” de seguridad nacional. A cambio, Pekín aplazará las medidas sobre las tierras raras, materiales clave para la industria tecnológica.
China suspendió durante un año sus controles a la exportación de tierras raras y materiales estratégicos, medida anunciada el 9 de octubre. Tras la reunión, Trump declaró que “el conflicto de las tierras raras está resuelto”.
Fin temporal de las tasas portuarias mutuas
Ambos gobiernos acordaron congelar por doce meses las tasas portuarias impuestas a los buques y servicios marítimos del otro país.
La suspensión aplica tanto a las medidas estadounidenses bajo la Sección 301, que investigó la industria naviera china, como a las represalias equivalentes impuestas por Pekín.
La disputa había impactado el comercio marítimo internacional, encareciendo los fletes y generando incertidumbre en el sector.
Cooperación contra el fentanilo
Trump redujo del 20% al 10% los aranceles sobre China vinculados al tráfico de fentanilo, esto tras obtener el compromiso de Xi Jinping de reforzar los controles y precursores químicos relacionados con el narcotráfico.
Ambos gobiernos calificaron el pacto como un “consenso en cooperación antidrogas”, aunque sin detallar el mecanismo de colaboración.
“Fue una reunión extraordinaria”, dijo Trump en el Air Force One. “En una escala del 0 al 10, siendo 10 la mejor calificación, la reunión fue un 12”, añadió.
Comercio agrícola de soja
China reanudará las compras de soja estadounidense, suspendidas desde mayo, con un compromiso de 12 millones de toneladas antes de enero y 25 millones anuales hasta 2028, según el secretario del Tesoro de EE.UU..
El Ministerio de Comercio chino confirmó la expansión del comercio agrícola bilateral, aunque sin especificar volúmenes ni productos. Trump aseguró que el acuerdo “supondrá un alivio para los agricultores estadounidenses”.
TikTok y cooperación empresarial
Pekín se comprometió a “gestionar adecuadamente los asuntos relacionados con TikTok”, en referencia al acuerdo que permitirá que su filial en Estados Unidos quede bajo propiedad mayoritariamente estadounidense. Además, Washington afirmó que China aprobó el traspaso y que podría completarse en los próximos meses.
Trump señaló además que ambos líderes hablaron sobre el acceso de Nvidia al mercado chino, aunque aclaró que “no estamos hablando de Blackwell”, en referencia a los aceleradores tecnológicos restringidos.
Un acercamiento temporal
Según Trump, los acuerdos con Xi Jinping ofrecerán alivio a la inflación y facilitarán las decisiones de la Reserva Federal (FED). La duración de esta tregua de un año es más amplia que las suspensiones anteriores de 90 días, lo que da margen para nuevas negociaciones.
No obstante, analistas coinciden en que, aunque el ambiente comercial se torne más constructivo en el corto plazo, las tensiones estructurales entre Washington y Pekín seguirán presentes a mediano y largo plazo.