Se denominan especies pelágicas a las especies que viven en aguas medias o cerca de la superficie, este segmento tuvo mayor repunte que logró alimentar las ventas de estas industria que al cierre del año pasado alcanzó los $ 1.394 millones, un 13% más.
Los pelágicos pequeños que antes, en su mayoría se destinaban para la elaboración de harina de pescado y el consumo local, han pasado a ser un rubro importante dentro de las exportaciones pesqueras.
Los resultados del 2021 se atribuyen a varios factores, pero para explicar este fenómeno se debe empezar por las bajas temperaturas del océano, propios del fenómeno de La Niña.
Estas corrientes atrajeron mayores cardúmenes de especies (como la macarela, botella, carita, sardinas, anchoveta y otras) y que permitieron que el país fortaleciera su oferta de pescado congelado, llegando a superar los $ 150 millones, un 63 % más que el año previo.
Respecto a los envíos, fueron los países africanos los que mayor demanda tuvieron. “Principalmente Nigeria, Costa de Marfil, Ghana”, pero también están otros nichos igual de atractivos como España y Perú, según explicó Carlos Cacao, de la empresa Pesquera Polar.
La dinámica de los países africanos responde a una tendencia creciente de su consumo, explica Jimmy Anastacio, asesor económico de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP).
La población busca cada vez más productos importados para satisfacer su demanda, y en el caso de productos de mar, África importa hasta el 35 % del pescado consumido en el continente.