Diana Zapata Espinoza es natural de Catacaos, la ciudad histórica, turística y agrícola por excelencia de la provincia de Piura. Es psicóloga de profesión, pero tiene un sueño: mantener el gran legado que dejó su padre, César Zapata Alzamora, de devolver al algodón Pima, el calificativo del «oro blanco» de la economía regional.
«En el 2018 eran 1500 familias las que se beneficiaban con la producción de algodón y por eso seguían sembrando, pero ahora no hay beneficios», afirma Diana Zapata.
Infomercado conversó con ella quien, tras la muerte de su padre, hace más de un año, se ha propuesto reflotar la cooperativa que congrega a los productores algodoneros de Piura.
¿Cuál es la situación de la producción de algodón pima luego de la muerte de tu padre?
Mi padre dejó un camino trazado y reposicionó el precio del algodón a través de la Cooperativa Agraria de Servicios Múltiples «Tallán-Chusís», Costach LTDA. La asociatividad y el manejo técnico ayudó al productor a vender su cosecha de algodón pima en los mercados internacionales a precio justo. Esto no pasa en Perú porque al productor se le paga la mitad del precio real del algodón. Esto ha generado que este año solo se ha existido producción en 400 hectáreas. Eso me da mucha pena.
¿Qué está pasando en Costasch?
Con el apoyo de mi mamá y un grupo de dirigentes que han caminado con mi padre, nos hemos reunido con el afán de rescatar Costasch. La directiva actual está haciendo una mala gestión. Tengo información de malos manejos económicos dentro de la organización. Costasch está estancada, desde que murió mi papá no avanza, no hay créditos para los productores y no han sembrado. Esto es una pena porque este año el algodón ha estado muy bien pagado, pero se ha producido poco. Costasch tiene deudas pendientes y la cooperativa ha debido regularizar y buscar créditos con Agrobanco.
¿Se ha tenido reuniones con algún funcionario del estado para tratar la situación del algodón piurano?
Por una invitación de la Asociación Nacional de Productores de Algodón (ANPAL), me reuní con María Isabel Remy (exviceministra de Políticas Agrarias del gobierno de Francisco Sagasti) y el vceministro de Agricultura. En la reunión, fui la cara de Costasch. Marissa Remy habló conmigo porque se conocía con mi papá desde hace años y tenía toda la intención de apoyar a la cooperativa, pero el actual gerente no tiene las capacidades de gestión y liderazgo, y eso nos preocupa. Se solicitó una reunión con los delegados porque ellos tienen la posibilidad de llamar a elecciones y cambiar la gerencia si es que las condiciones no caminan. En octubre quiero hacer otra reunión con los delegados para poder cambiar las cosas. Podríamos formar una nueva cooperativa, pero Costasch tiene un nombre ganado en Latinoamérica y en Perú.
¿Le gustaría presidir Costasch?
Cuando mi papá fallece, Costasch se dividió en dos bandos y profesionales muy capacitados se alejaron de la cooperativa. Son personas que conocen de economía y comercialización. Luego de la muerte de mi padre me ofrecen tomar las riendas de la cooperativa, pero yo me ofrecí para ser representante en las negociaciones en Lima, ser la intermediaria, pero no aceptaron. Mi propuesta era conseguir créditos para 200 productores porque tengo los contactos con Agrobanco, pero no aceptaron. Ahora se ven los resultados.
¿En cuánto tiempo habrá elecciones?
En el 2022. pero estoy solicitando e incentivando a los delegados para que convoquen una asamblea y mostrar el detalle de los manejos que se están haciendo con la posibilidad de cambiar la gerencia que hoy está a cargo de Ricardo Yarlequé. Desde el MIDAGRI me han comentado que no se deja ayudar. Todos los delegados que deben ponerse de acuerdo.
¿Las acciones del gerente son por desconocimiento o por otros intereses?
Hay falta de capacidades, de habilidades blandas, de gestión, de organización y estructura. Antes había un equipo técnico, con dos economistas y dos ingenieros agrarios. Ahora no hay una organización y están a la deriva. También hay intereses personales porque la junta directiva gana su sueldo mensual y se lo han elevado. No son las personas idóneas para reflotar Costasch.
Algunos expertos señalan que es complicado reflotar el algodón pima piurano debido a la importación de grandes países como China…
Es difícil pero, desde el 2012, Costasch logró lo que no se hacia en décadas. Se logró reposicionar el algodón pima y exportarlo sin necesidad de oligopolios o grupos empresariales. Se trabajaba de la mano del productor y se hicieron exportaciones a Europa y Asia. El ultimo lote de mi papa fue a Alemania, en junio de 2020; luego, en octubre se hizo un envío a Tailandia. Ha sido difícil pero se estaba logrando y el objetivo era que más familias productoras fueran beneficiadas, llegar a tener 10,000 hectáreas sembradas. Estábamos a la mitad del camino y todo eso se está derrumbando por una mala gestión. Los productores no han querido sembrar porque no les han facilitado los créditos y la gestión técnica, esto era lo que ofrecía la cooperativa.
¿Continua la venta de algodón pima a las grandes casas de la moda como Armani?
Entiendo que se descontinuó. A raíz del fallecimiento de mi papá, Costasch entra en una crisis porque no sabían para donde ir. Se llegó a hacer el negocio con Armani y se hacían exportaciones a Alemania, Suiza, China, Japón y se estaba en conversaciones con brokers de Francia y Colombia. El algodón pima es tan valioso y solo crece en el Bajo Piura. Me parece tan increíble que se vaya a extinguir si seguimos así.
¿Es posible continuar con el interés de las grandes casas de la moda?
Sí, porque el algodón pima es grado 1 en calidad, solo comparado con el egipcio. El algodón pima es fibra extra larga y extra fina, ni siquiera es comparable con el algodón Tangüis. Se podrían retomar esas negociaciones. Costasch ha sabido hacerse su camino sin tanta ayuda del estado.
¿Qué se siembra en esas hectáreas que no hay algodón?
Maíz, frijol, ají. Son cultivos permanentes para el mercado local. Finalmente, estamos llegando a la extinción del algodón Pima porque no se está produciendo debido a que los productores no tienen acceso al crédito con Agrobanco, no tienen asesoría técnica ni insumos adecuados. Todo eso se gestionaba con a cooperativa.
¿Cuál seria su propuesta para el corto plazo para repotenciar el algodón?
El productor no ha sembrado porque no tienen el dinero y eso era lo que facilitaba Costasch. Hemos pensado con mi mamá abrir una nueva cooperativa con el nombre de César Zapata, tenemos los contactos con los brokers internacionales. Pero es difícil [cambiar de nombre] porque son años de esfuerzo y es más fácil reflotar la cooperativa que crear una nueva. Mi visión es poder, junto con los delegados, retomar las riendas de la cooperativa con gente profesional.
¿Qué piensan los delegados y los técnicos de su propuesta?
He conversado con personas del MIDAGRI, de Agrobanco, con ingenieros agrónomos, ellos siempre tienen la intención de retomar las riendas, reestructurar la cooperativa para poder gestionar los créditos y hacer que el pequeño productor siembre el algodón prima, pagarle el precio justo y trabajar con las grandes tiendas de moda. Pero es una camino que no lo puedo hacer sola, debe haber una asociatividad con los delegados y con un equipo técnico que ya trabajaba con mi papá.
¿Qué pensaría César Zapata Alzamora si viera la situación que describes?
El debe mirar con mucha pena. No es una guerra perdida, pero si hay que empezar reestructurando la cooperativa.