Cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha para reflexionar sobre la necesidad de cerrar la brecha de género en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y empoderar a las jóvenes para que cumplan sus sueños.
El propósito de esta fecha es concientizar sobre cómo se debe trabajar para que más niñas tengan las mismas oportunidades para convertirse en científicas. En ese sentido, Jessica Bendezú, coordinadora de Transferencia Tecnológica e Innovación de la UTP y reconocida como una de las cuatro mejores inventoras del mundo en la Competencia Internacional de Invenciones e Innovaciones (iCAN 2024), ofrece consejos para inspirar a la próxima generación de científicas.
Cultivar la curiosidad
La experta destaca la importancia de fomentar el espíritu investigativo en las niñas desde los primeros años de su desarrollo. «Mi consejo principal sería animar a las niñas a explorar, experimentar y hacer preguntas sin miedo a equivocarse», afirma.
«Desde una edad temprana es crucial crear un entorno en el que ellas puedan sentirse libres para ser curiosas y no tengan miedo de desafiar lo establecido. La ciencia es un proceso de descubrimiento y cada intento, incluso los fracasos, son oportunidades para aprender”, agrega.
Juegos y naturaleza
Jessica Bendezú sostiene que la mejor forma de introducir a las niñas en edad temprana al mundo de la ciencia es de forma natural y lúdica. “Recomiendo los juegos interactivos, que son una excelente herramienta para estimular su curiosidad innata, y juguetes que inviten a la exploración, como bloques de construcción, materiales sensoriales y libros de cartón con imágenes”, indica. Además, sugiere que realicen paseos al aire libre, donde haya diversos tipos de plantas, insectos y animales. “Este tipo de actividades fomenta la observación, el asombro y la conexión con el entorno, que son los primeros pasos hacia el pensamiento científico».
Modelos a seguir
Los estereotipos a menudo nacen de la falta de visibilidad de modelos a seguir. “Es importante que las niñas conozcan ejemplos de mujeres científicas, ingenieras, matemáticas e inventoras que han hecho contribuciones valiosas. Es necesario, además, que sepan que la ciencia, la tecnología y la innovación están abiertas para todos”, apunta.
Si bien la labor de educadores y otras figuras durante la niñez es crucial para cultivar el interés de las niñas por la ciencia, el rol de la familia se erige como un pilar fundamental en este proceso. A través de su guía y apoyo, pueden fomentar la curiosidad innata de las niñas.
“Exponerlas a experiencias científicas desde temprana edad y transmitirles valores como la perseverancia y la resolución de problemas, son claves para el éxito en el campo científico”, concluye.