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Detectan altos niveles de agroquímicos en duraznos comercializados en Lima y Callao: ¿Cuáles son los riesgos para la salud?

Salud con Lupa detectó residuos de plaguicidas en duraznos vendidos en mercados de Lima y Callao que superan ampliamente los límites legales.

Por Gianella Negro Cruz
3 minutos
altos niveles de agroquímicos en duraznos
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Un estudio del Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en Alimentos reveló la presencia de agroquímicos en niveles alarmantes en duraznos comercializados en mercados de Lima y Callao, lo que representa un grave riesgo para niños, mujeres embarazadas y la población en general.

Isoprotiolano en el durazno

Los Duraznos en Lima y Callao tienen más de 4,500% de isoprotiolano (isoprothiolane) y 2,000% de otros químicos prohibidos. El isoprotiolano es un fungicida sistémico de acción preventiva y curativa, el cual pertenece al grupo de los ditiolanos. Mayormente se utiliza para controlar una amplia gama de hongos patógenos en diversos cultivos.

Un reciente monitoreo ciudadano, difundido por Salud con Lupa, detectó residuos de plaguicidas en duraznos vendidos en mercados de Lima y Callao que superan ampliamente los límites legales permitidos, generando preocupación por la salud de los consumidores.

El estudio realizado en octubre de 2025, presentado en el reporte del Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en Alimentos y analizado por el laboratorio Mérieux Nutrisciences, encontró que cuatro de cinco muestras de durazno variedad Huayco, presentaron niveles de agroquímicos por encima de los valores máximos establecidos por la normativa peruana.

Según los resultados, “ninguna de las muestras habría sido considerada segura bajo los estándares de Estados Unidos”.

Mercados con frutas contaminadas

Las muestras fueron recolectadas en cinco mercados:

  • Gran Mercado Mayorista de Lima (Santa Anita).
  • Lobatón (Lince).
  • San José (Jesús María).
  • Bellavista y Minka (Callao).
  • Solo la muestra del Mercado San José cumplió con los límites legales.

El caso más grave se presentó en Minka, donde el fungicida isoprotiolano registró una concentración 45 veces mayor al límite permitido, mientras que los plaguicidas azociclotín (es un acaricida organoestánnico, se utiliza para controlar ácaros fitófagos en cultivos)  y cihexatín (es un acaricida de contacto estañado que controla ácaros en estado adulto y ninfal) superaron los valores legales 20 veces.

Riesgos para la salud

El consumo de duraznos contaminados representa un riesgo directo debido a que muchas personas los comen frescos, sin pelar ni lavar adecuadamente. Esto facilita la entrada de químicos al organismo, donde pueden acumularse en órganos y tejidos.

Las consecuencias al injerir estos productos es:

  • El isoprotiolano puede causar irritación en la piel y los ojos, además de afectar la fertilidad y órganos internos con la exposición continua.
  • El ciprodinilo, otro compuesto hallado, daña el hígado, los riñones y la tiroides, y resulta tóxico para especies acuáticas.
  • Por su parte, los acaricidas azociclotín y cihexatín están vinculados a intoxicaciones, malformaciones congénitas y daños neurológicos.

Controles insuficientes del Senasa

Aunque pelar o lavar los duraznos reduce algunos residuos, los plaguicidas pueden penetrar la pulpa y mantenerse en el interior. El Senasa ha confirmado la persistencia del problema, en 2023, el 60% de las muestras de duraznos analizadas resultaron no conformes, y en 2024, el 50.6% seguía incumpliendo los límites.

A pesar de los controles, los productos contaminados continúan llegando a los mercados, lo que evidencia fallas en la fiscalización y regulación del uso de agroquímicos.

Fiscalización y trazabilidad como solución

Las organizaciones del Monitoreo Ciudadano recomendaron reforzar la fiscalización del Senasa y ampliar su alcance hacia pequeños y medianos productores, donde el uso de plaguicidas suele escapar al control estatal.

También plantean implementar mecanismos de trazabilidad que permitan conocer el origen de los productos agrícolas y fortalecer las certificaciones de Buenas Prácticas Agrícolas.

El reto para las autoridades y la sociedad es asegurar que los alimentos frescos sean seguros, sin representar un riesgo invisible para la salud pública.