Por primera vez en 60 años, Cuba ha anunciado que permitirá la participación de inversionistas extranjeros que estarán enfocados en el comercio mayorista y minorista en la isla.
Esta iniciativa revela un cambio para la economía cubana y para la línea política que Fidel Castro implantó en los años 60, donde se hacía énfasis a la nacionalización del comercio minorista.
La participación de capital foráneo será posible a través del establecimiento de empresas mixtas, una medida que busca ayudar al Estado a revertir el desabastecimiento que sufre el país y que se ha visto profundizado por la pandemia.
«Estas medidas anunciadas en la reciente sesión de la Asamblea Nacional no son independientes ni aisladas, son decisiones destinadas a reparar la compleja situación económica», comentó la viceministra primera del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Ana Teresita González Fraga.
El Gobierno de cuba se encuentra en la búsqueda de socios con capacidad para financiar a los productores nacionales para que se conviertan en proveedores internos.
En los últimos años, el gobierno cubano ha dado pasos lentos para soltar el control del comercio y abrir la puerta al sector privado.
El economista cubano Mauricio Miranda Parrondo estima que «el monopolio estatal del comercio exterior y el minorista es responsable del desabastecimiento de bienes de consumo en el mercado doméstico», según un texto publicado el martes en el sitio La Joven Cuba.