A punto de cumplir cinco años, D’Arranque se ha convertido para muchos en la marca de contenido motero por excelencia. Su creador, Sergio Salazar, cuenta que encontró en ella una “convergencia perfecta” entre lo que le gusta y un proyecto económicamente rentable.
Pero no siempre le gustaron las motos. Sergio se dedicaba al diseño gráfico, la fotografía y el marketing. Un día se hartó del tráfico de Lima y cambió el transporte público por dos ruedas. “Ahí conocí esa sensación de independencia”, cuenta, recordando la idea que luego se convertiría en su emprendimiento personal.
Hoy D’Arranque tiene más de 21 mil seguidores en Instagram, más de 46 mil seguidores en TikTok y más de 20 mil suscriptores en YouTube. En diálogo con Infomercado, Sergio Salazar comenta que se siente satisfecho de que sus videos sean útiles para este nicho de usuarios moteros en redes sociales, que antes no estaba cubierto.
- ¿Qué te impulsó a crear D’Arranque?
En 2018 yo trabajaba en el Cercado de Lima y vivía en Surco, y me gastaba 300 soles al mes en pasajes. Toda mi vida he viajado en transporte público, pero llegó un punto en el que ya no aguantaba más, me pasaba horas de horas en el tráfico. Justamente mi hermano se compró su moto y yo tenía prejuicios bien tontos sobre las motos.
- ¿Qué tipo de prejuicios?
De que las motos son para delivery o para la delincuencia. Nunca se me había pasado por la cabeza comprarme una moto.
- Pero te la compraste.
Sí, y solo sabía manejar bicicleta. Me compré una bicimoto y ahí conocí esa sensación de independencia, con un vehículo que me permitía ahorrar y reducir tiempos de viaje. Y me encantaba, quería salir ya del trabajo o que llegue al día siguiente solo para manejar. Pero cuando ya quise comprarme una moto, entré a ese proceso de no tener dónde informarme.
- ¿No había contenido motero en redes sociales?
Encontraba más contenido colombiano, mexicano. O era más corporativo, no lo sentía tan cercano. Al ver esa necesidad, decidí crear un proyecto propio, porque ya tenía la práctica de editar videos y subirlos.
- No encontraste algo y decidiste crearlo tú.
Vi la ausencia de contenido constante para motos, porque lo viví. Y dije: entonces lo hago yo. Pero no sabía nada de motos. Aprendí, hice mi investigación. Y busqué nombre, logo, colores, identidad visual. Todo lo hice solo.
«Para hacerte un nombre tienes que ganar credibilidad»
- ¿A qué te dedicabas antes de D’Arranque?
Estudié diseño gráfico, me especialicé en branding de empresas y llevé un diplomado en marketing digital. Trabajaba en una agencia de turismo, era diseñador, fotógrafo, viajaba por el Perú. Hacía contenido para eventos, etc. Pero no era algo mío y no me apasionaba.
- ¿Crees que por ahí va la fórmula para emprender: la idea de tener algo propio?
Creo que la fórmula para emprender es encontrar la convergencia perfecta entre algo que te gusta y algo que sea económicamente rentable. Yo encontré que la moto me gustó y, a la vez, también buscaba concretar un proyecto personal. D’Arranque junta todo eso.
- ¿Cuánto tiempo te tomó levantar vuelo en D’Arranque?
Todo el primer año yo lo llevé paralelamente con dos trabajos. Hacía cinco publicaciones al día en Facebook. Cada momento libre lo aprovechaba para buscar información, ver qué publicar, contactar marcas, empresas. Comencé a subir como 800 seguidores al mes. Y a los 5 mil seguidores ya me comenzaron a llamar.
- En el transcurso hubo una pandemia.
En agosto de 2020 renuncié a mi trabajo, porque el sector [turismo y entretenimiento] ya no era rentable. D’Arranque ya había despegado, porque, para hacerte un nombre, primero tienes que hacer cosas y ganar credibilidad. Eso abre puertas, luego viene la monetización, con auspicios y trabajos con marcas. Lo tuve claro desde el comienzo: primero había que lograr un prestigio.
- ¿Qué tan riesgoso es dejar todo y trabajar a tiempo completo por un emprendimiento?
Más que tiempo, se trata de estrategia. Trabajar mucho es importante, pero no es sinónimo de éxito. Lo más importante es el trabajo inteligente, apuntando a objetivos.
- ¿Te consideras un influencer?
Si influyo, bacán. Hay gente que me escribe o me dice “gracias a ti me compré esta moto”. Yo comencé haciendo contenido de prueba de productos [motos] y la gente me demostró que mi trabajo les sirve. Los moteros preguntan por consejos, recomendaciones. La gran mayoría de comentarios son positivos. Y yo feliz porque es lo que me gusta hacer.
- ¿Crees que D’Arranque fue pionera en el rubro?
D’Arranque ha crecido bastante. Ahora hay mucha más gente haciendo contenido motero. La gran mayoría, amigos míos, en algún momento les he ayudado a llegar a las marcas y les está yendo muy bien, eso me alegra. Pero en el ámbito de las redes sociales y el mundo motero digital sí se puede considerar a D’Arranque como pionero o referente, porque fue el que abrió esa puerta.
- ¿Cómo ves a D’Arranque a largo plazo?
Me gustaría verlo cumplir 10, 20, 30 años. El mundo motero es mucho más amplio. Hay gente a la que admiro muchísimo y son verdaderos referentes. Yo conocí las motos a los 28 años, hay otros que han nacido con motos. Ahora, más que nunca, el contenido motero de valor es una gran oportunidad. Y se necesita más, porque el público motero ha crecido y no solo tiene que haber cantidad, sino también calidad.