En el marco de la pandemia del nuevo coronavirus, varias empresas y personas se han visto en la necesidad de solicitar una reprogramación o una refinanciación de sus deudas.
A saber, el 30 de junio pasado se alcanzó la cifra de 9 millones de créditos reprogramados, por un monto total de 132,000 millones de soles. Estas cifras equivalen al 36% de clientes del Sistema Financiero.
De acuerdo con el profesor del área de Finanzas de ESAN Graduate School of Business, Arturo García, es preferible optar por la reprogramación, pues ha permitido otorgar mayores plazos de pago a las personas y empresas, y ha evitado un deterioro de la cartera de créditos por parte del Sistema Financiero durante la pandemia.
La Universidad ESAN explica a continuación las diferencias entre las reprogramaciones y los refinanciamientos de créditos, así como los efectos que conlleva solicitar una refinanciación.
1) Crédito vencido vs. crédito al día
Tanto la reprogramación como la refinanciación de una deuda son beneficios otorgados a un deudor cuando no puede asumir una obligación de pago con alguna entidad del Sistema Financiero.
Para ello, se elabora un nuevo cronograma de pagos. La diferencia entre una y otra se encuentra en que la refinanciación se otorga cuando una parte del crédito se encuentra vencida, mientras que en la reprogramación el solicitante del crédito aún se encuentra al día en sus pagos.
2) Condiciones para solicitar una refinanciación
En el caso de una refinanciación, es importante que el solicitante del crédito evite el vencimiento de la deuda antes de llegar a una solución con el Sistema Financiero.
A saber, cuando se solicita una refinanciación, las entidades financieras exigen una amortización de un porcentaje del saldo vencido y refinancian a un mayor plazo el crédito. Por ello, el pago de intereses se extiende en un mayor plazo de tiempo a comparación de la reprogramación.
Teniendo en cuenta la situación actual, algunas entidades financieras vienen flexibilizando estos requerimientos, pues en algunos casos disminuyen o no exigen un porcentaje de amortización del saldo vencido.
3) Deterioro de calificación crediticia
A diferencia de cuando se solicita una reprogramación, solicitar una refinanciación afecta la calificación de la persona o empresa beneficiada con esta facilidad de pago.
Por ejemplo, si la calificación era “Normal” antes de la refinanciación, una vez otorgada esta facilidad de pago pasará a ser “Con Problemas Potenciales”.
Asimismo, mientras más se retrase el pago del crédito, más se verá deteriorada la calificación crediticia del deudor.
4) Porcentaje de provisión
Cuando una entidad del Sistema Financiero otorga una reprogramación de deuda, el porcentaje de provisión no varía, se mantiene en un 1% de la cartera total, con carácter precautorio.
Sin embargo, en el caso de la refinanciación, la entidad financiera provisiona el 25% del total del saldo del crédito.
Cabe resaltar que, tanto en el caso de la reprogramación como en la refinanciación, mientras más temprano las solicite el deudor, mejor será para él.
Nota realizada con información de Andina