La historia de Crepier, una marca peruana de accesorios de moda y viaje que, con 46 años de historia, comienza con una pasión por la costura. Amelia, una mujer talentosa y dedicada, transformó su amor por la costura en un negocio que hoy es un referente en diseño y moda en accesorios.
Con un portafolio de productos que incluye carteras, mochilas, accesorios de viaje y diseños exclusivos creados en Perú, Crepier demostró que la pasión, la innovación y el trabajo en equipo pueden transformar una afición en un imperio.
Hoy, la marca es representante directo de sus marcas nacionales (Crepier, Soulbag, Blumé) e internacionales (Sisley, Benetton, Vitorinox, , Delsey y Ferrari. Asimismo, sigue siendo un ejemplo de cómo un negocio familiar puede conquistar mercados y mantenerse a la vanguardia en un sector tan competitivo.
Los orígenes de Crepier
Amelia Núñez Castillo de Casaretto, una socióloga de profesión, despertó su curiosidad por la costura cuando recibió como regalo una máquina de coser por parte de la abuela de su esposo, Leonelo Casaretto.
Con el pasar del tiempo, en 1971, Amelia Núñez de Casaretto con el apoyo de su esposo Leonelo, decide convertir su afición por la costura en una idea de negocio. Siendo sus primeros productos muñecos y almohadas a mano, confeccionados en el tercer piso de su casa, mientras cuidaba a sus seis hijo.
Tiempo después, esta primera incursión en la costura despertó en ella la curiosidad por diseñar carteras y maletines, sin embargo, sus clientes solo eran sus amistades. Hasta que un vendedor de Sears, cadena estadounidense de tiendas departamentales, le sugirió crear su propia marca.
Así nació Crepier en 1978, como un emprendimiento familiar liderado por Amelia Núñez de Casaretto junto con su esposo, Leonelo Casaretto, quien también introdujo innovaciones técnicas en el negocio.
En sus primeros 10 años, Crepier operaba como una pequeña fábrica local, donde el almacén se encontraba en su departamento en un espacio de 2 metros cuadrados. Aquí diseñaron su primer portacosméticos, un producto que se convirtió en un ícono del negocio y que rápidamente atrajo a más personas, generando nuevas oportunidades de negocio al vender al por mayor, participar en bazares y posicionarse en tiendas especializadas.
Una herencia familiar y nuevos desafíos
Así como iba creciendo Crepier, iban creciendo profesionalmente los hijos de Amelia, quien aseguraba que sus hijos trabajaron desde que empezaron a caminar.
Una de sus hijas, Cecilia Casaretto, estudió Derecho, pero su corazón estaba en el mundo de los productos y el diseño. Por ello, terminó la carrera pero no decidió trabajar en su rubo. Con el apoyo de sus padres, Cecilia se unió al negocio familiar en una etapa crucial: la fabricación de portacosméticos. Su primer gran desafío fue introducir una nueva línea de carteras, marcando otro logro en la diversificación de la empresa.
En 1989, Crepier lanzó la línea «Students», que fue la producción de mochilas, cartucheras y accesorios para escolares; seguida de la apertura de su primera tienda en 1992. Ese mismo año también participaron en la Feria Del Hogar, lo que marcó el inicio de su incursión en el retail.
Este nuevo camino fue difícil, pues tenía costos operativos elevados, ya que tener un negocio en centros comerciales era muy costoso, sin embargo, los ayudó a estar cerca del consumidor.
El crecimiento de Crepier no se detuvo y en 1994 lanzaron la línea «Women» bajo la dirección de Cecilia Casaretto, convirtiéndose en uno de los pilares clave, y en 1997 inauguraron su primer local en el Jockey Plaza, el centro comercial más importante de la época.
En este nuevo rubro, los hermanos Casaretto, trabajando desde muy jóvenes y asegurándose de que los productos estuvieran siempre disponibles, se enfocaron en atender las necesidades del cliente y ofrecer soluciones rápidas, fueron tres los que ingresaron al negocio: Aldo, Sergio y Cecilia Casaretto
En 2003, Crepier trasladó parte de su producción a Asia, específicamente a China, para optimizar costos y mejorar la competitividad. Ese mismo año, Cecilia se involucró completamente en la empresa, asumiendo roles en producción y ventas. A pesar de cometer errores, lograron trazar planes a largo plazo que les permitió crecer.
En 2007, la empresa obtuvo un nuevo logro con la creación de la línea «Travel», que ofrecía productos como maletas, maletines y accesorios para viaje. Además, se dio pase a la expansión de su red de tiendas. En cuatro años pasaron de cinco a doce tiendas y extendieron su presencia a ciudades como Trujillo en 2009 y Arequipa en 2010.
En 2010, lograron un crecimiento del 35% en ventas, y para 2011 un 30%, este mismo año abrieron una tienda en Open Plaza Piura.
En 2014, Crepier renovó su logotipo y actualizó los lineamientos de su marca. En 2016, lanzaron la línea «Men» y debutaron en el mercado ecuatoriano con 12 puntos de venta en las tiendas De Prati, la tienda departamental más grande de Ecuador
Ese mismo año, tuvieron como objetivo expandirse a otros países de América Latina, incluyendo México, Colombia y Chile.
La transformación de Crepier
En 2017, Crepier logró inaugurar su primer Concept Store, un formato que refleja el ADN de la marca y que sentó las bases para su futura expansión internacional.
En 2018, la marca cumplió 40 años y vivió una transformación estructural significativa. Amelia Núñez y Leonelo Casaretto, fundadores de la empresa, cedieron el control operativo a las nuevas generaciones y a un equipo de ejecutivos externos. Sergio Casaretto, hijo de los fundadores, asumió el cargo de director comercial, liderando la marca hacia una nueva etapa de crecimiento y profesionalización.
En 2019, la empresa incursionó en el comercio electrónico con su propio canal e-commerce, adaptándose a las nuevas tendencias de consumo digital. Además, en 2021, introdujeron corners o espacios dentro de una tienda exclusivos de Crepier Men en tiendas por departamento del Perú, consolidando su presencia en el mercado local.
Resiliencia frente a la pandemia
El 2020 trajo desafíos inesperados debido a la pandemia. El cierre de aeropuertos afectó gravemente la línea de productos de viaje, pero Crepier demostró resiliencia al colaborar con marcas como LATAM y Casa Andina.
Estas alianzas les permitieron mantener un nivel de ventas competitivo y permanecer en la mente de los consumidores. Cuando las restricciones se levantaron, las ventas de maletas incrementaron, impulsadas por el fenómeno del «turismo de vacuna».
A pesar de las dificultades, la empresa optó por reducir los salarios de sus colaboradores en lugar de despedirlos, garantizando la continuidad de sus operaciones y demostrando un compromiso con su equipo humano. Esta estrategia contribuyó a que la marca alcanzara niveles de venta prepandémicos en poco tiempo.
Nuevos horizontes y productos
En 2021, Crepier sumó nuevas tiendas, alcanzando un total de 31 locales propios en el Perú. Además, lanzaron una línea de bisutería y papelería, diversificando su portafolio de productos.
También evolucionaron sus canales de venta: inicialmente enfocados en el comercio al por mayor y bazares, luego decidieron apostar por el e-commerce y la personalización de diseños para empresas como Oeschle, Ripley, Entel, entre otras.
En 2022, la marca cerró el año con 25 tiendas propias en el Perú, 72 corners en tiendas por departamento, 12 de ellos en Ecuador, y el lanzamiento de una línea de joyería con aretes, collares y pulseras. De esta manera, Crepier desarrollaba 500 nuevos productos cada seis meses, manteniendo su oferta fresca y relevante para los consumidores.
En 2023, Crepier y su línea de joyería dieron un paso importante hacia la internacionalización al llegar a Ecuador de la mano de De Prati. Esta alianza incluyó 15 puntos de venta en todo el país y un canal digital que refuerza su presencia.
Este mismo año, Crepier logró una producción anual de más de 450,000 unidades, entre carteras, maletas y accesorios, consolidando su presencia con 24 tiendas físicas, cinco de ellas en provincias, y más de 80 corners en las principales tiendas por departamento de Perú y Ecuador.
Un futuro prometedor
Actualmente, Crepier ofrece más de 200 accesorios para mujeres y planea incorporar una nueva línea masculina en noviembre. La marca busca consolidar su presencia en Ecuador y seguir fortaleciendo su posición como un referente en accesorios de moda en la región.
Crepier continúa innovando y adaptándose a las necesidades del mercado, demostrando que su historia es un ejemplo de resiliencia, evolución y visión a largo plazo. Desde su primer Concept Store hasta su expansión internacional, la marca peruana sigue marcando tendencia y consolidándose como un referente en la industria de accesorios de moda.
Con presencia en ciudades como Lima, Callao, Arequipa, Cusco, La Libertad, Lambayeque y Piura, Crepier no solo fortaleció su expansión nacional, sino que también tiene como objetivo seguir mejorando su experiencia omnicanal. Durante 2024, la marca apostará por integrar nuevas tecnologías en sus puntos de venta, facilitando una experiencia más fluida para sus clientes.
El plan de Crepier no se detiene en las fronteras peruanas. La marca busca conquistar nuevos mercados en Latinoamérica, llevando su propuesta de valor basada en innovación y diseño a otros países de la región.
Diversidad en sus líneas de negocio
Crepier organiza su oferta en cuatro unidades de negocio:
- Línea Mujer: Diseñada para la mujer moderna y dinámica, esta línea destaca por su renovación constante. Cada 45 días se lanzan nuevos productos, para diversificar y mejorar la oferta.
- Línea Hombre: Es la categoría de mayor crecimiento. Sus productos combinan tecnología y moda, ofreciendo funcionalidad y diseño.
- Línea Viaje: Especializada en productos técnicos y duraderos, esta línea utiliza materiales de alta calidad para satisfacer las exigencias de los viajeros.
- Línea Jóvenes: Fue la línea fundadora de la marca, orientada a un público juvenil con diseños frescos y funcionales.