La vitalidad de las micro y pequeñas empresas (Mypes) en Perú es innegable, representando un motor para la economía nacional. Sin embargo, hasta el 2020, el 85% de estas empresas operaban en la informalidad, enfrentando obstáculos significativos para acceder a créditos formales debido a la falta de requisitos como historial crediticio o garantías. La pandemia de la Covid-19 agravó esta problemática al reducir drásticamente la actividad económica, disminuyendo los ingresos de las Mypes y limitando su capacidad para cumplir con sus obligaciones crediticias.
En este complicado contexto, surge Creditomype en el 2020, una empresa alternativa en el sector financiero que se propone ser el puente conexión entre inversionistas y emprendedores peruanos. Infomercado conversó con Alberto Silvestre Lanazca, fundador de Creditomype, para conocer la historia de la empresa.
Un camino de aprendizaje
Alberto nació en una familia de extrema pobreza en un pequeño pueblo de los Andes peruanos. Desde temprana edad, se vio obligado a trabajar en una variedad de oficios para contribuir al sustento de su familia: desde cortar alfalfa y pastear vacas a los 9 años, hasta vender libros a los 16. A los 19 años, migró a Lima en busca de oportunidades. Desde lavar platos en un chifa, ganando S/ 160 a la semana, hasta trabajar como cargador de telas en las calles de Gamarra, Alberto demostró una notable capacidad para adaptarse y superar obstáculos.
Viviendo en una pequeña habitación en el Rímac, donde regresaba exhausto luego de trabajar como ayudante de cocina y estudiar negocios internacionales por las noches, Alberto forjó su camino hacia el emprendimiento. Su incursión en el mundo empresarial comenzó con un préstamo de unos familiares y un primer intento de negocio: una tienda de zapatillas. Aunque esta empresa fracasó, esta experiencia sirvió como aprendizaje crucial. Con una estrategia más sólida y un conocimiento más profundo del mercado, logró establecer con éxito una tienda de zapatillas en un centro comercial, aumentando rápidamente su inventario de 30 a 300 pares.
A pesar del éxito, un año después, Alberto se vio obligado a traspasar la tienda. Sin embargo, esto no lo detuvo. Decidió diversificar sus intereses y aventurarse en el sector de bienes raíces. Como agente inmobiliario, colaboró con marcas reconocidas como Mass, Tambo, Inkafarma, Mifarma y KFC, entre otras. Paralelamente, se sumergió en el mundo de la banca y las empresas tecnológicas, adquiriendo conocimientos esenciales que eventualmente lo llevarían a fundar Creditomype.
La pandemia como oportunidad
El nacimiento de esta empresa surge como respuesta a la imperante necesidad de proporcionar servicios financieros accesibles a las pequeñas y medianas empresas. Alberto reconoció la importancia de respaldar el crecimiento empresarial y contribuir al desarrollo económico, especialmente en un contexto de pandemia que estaba afectando negativamente a las empresas.
La visión de Alberto cobró vida cuando alquiló una modesta oficina de 4 metros cuadrados en Pueblo Libre, equipada solo con una laptop y un escritorio. Su principal objetivo era facilitar el acceso al crédito y brindar servicios financieros adaptados a las necesidades específicas de las pymes, con la esperanza de impulsar su crecimiento y generar un impacto positivo en la economía local. En su primer año de operaciones, la empresa logró captar la atención de 48 clientes.
“Muchas personas, por lo general, en el sector informal, son apartadas de la banca y del gran sector financiero. Nosotros quisimos ser una solución para ellos, ofrecerles como una segunda oportunidad de financiamiento, siempre con garantía hipotecaria y a tasas accesibles”
Alberto Silvestre comentó para Infomercado
Con el tiempo, Alberto decidió alquilar un departamento en San Isidro, que además de servir como sede de la empresa, también servía para vivir ahí. Con el paso de los meses, el equipo de trabajo creció de 4 a 8 personas, y posteriormente, a 20 colaboradores. Al finalizar el segundo año, la empresa ya contaba con más de 500 proyectos, reflejando su crecimiento constante.
En la actualidad, la empresa ha experimentado un crecimiento notable, contando con aproximadamente 550 proyectos y empleando a un equipo de 50 personas. Además, cabe resaltar que entre 2020 y 2022, Creditomype registró un crecimiento de entre 45% y 50%. En 2023 crecieron 50% y, para este año, debido a inversiones que vienen realizando, prevén un crecimiento del 25%.
Planes de expansión
Ulises Cabrera, el gerente general de Creditomype, indicó a Infomercado que durante este año tienen previsto inaugurar cuatro nuevas sucursales en diversas regiones del Perú. Esta iniciativa tiene como propósito principal consolidar su posición como una opción de financiamiento para los micro y pequeños empresarios en el país.
También señaló que, en función de la introducción de nuevos productos financieros, Creditomype contempla la posibilidad de llevar a cabo rondas de inversión con el fin de ampliar su alcance y beneficiar a un mayor número de clientes.
Diferenciación
Creditomype se diferencia por especialización en el sector de las pymes y nuestro enfoque altamente personalizado. Además, comprenden a la perfección las necesidades y desafíos únicos que enfrentan estas empresas, y proporcionan soluciones financieras perfectamente adaptadas a ellas.
Adicionalmente, poseen agilidad en la toma de decisiones y atención cercana al cliente los capacitan para ofrecer un servicio personalizado de calidad excepcional. Esto les permite establecer relaciones sólidas y duraderas con sus clientes.
Y, finalmente, su prioridad es escuchar y comprender las necesidades de cada cliente, para ofrecer soluciones financieras que se ajusten a sus circunstancias específicas.
