El verano del 2015 fue el punto de inicio de una apuesta de la que Lizbeth Zúñiga Morán nunca dudó. La cuna jardín «Creciendo Feliz» empezó con un grupo de 15 niños y niñas de 0 a 2 años. Del 2015 para el 2019, la institución albergaba a 80 alumnos (de 0 a 5 años) y contaba con 13 docentes y auxiliares. Sin embargo, la llegada de la pandemia de la Covid-19 ha cambiado totalmente este panorama.
La deserción escolar no solo ha estado presente en los niveles de primaria, secundaria y superior, pues, también, la educación preescolar se ha visto enormemente afectada. De acuerdo a un estudio elaborado por la consultora The Learning Factor sobre la educación inicial no estatal, «el abandono escolar en esta etapa superó el 60%, lo que implica que cerca de 300,000 niños pequeños dejaron de estudiar el 2020».
La pandemia no es la primera dificultad que la cuna jardín Creciendo Feliz tiene que afrontar, puesto que las lluvias del Niño Costero en el 2017 afectaron bastante a la institución. «El año 2017 tuvo un inicio catastrófico», recuerda la directora y licenciada en educación inicial, Lizbeth Zúñiga. Ese año la institución tuvo muchas pérdidas económicas y no quedó otra alternativa que volver a invertir.
Pandemia y educación inicial
La pandemia del nuevo coronavirus significó muchos retiros académicos y la reducción del personal docente.
«Fuimos afectados notablemente, tuvimos muchos retiros académicos. Antes de la pandemia, contábamos con 80 niños, ahora ni la mitad. La misma situación con los docentes, antes éramos 13 en total, ahora somos 5. Lamentablemente, el año escolar 2021 lo iniciamos con muy pocos alumnos», señala la educadora.
Pese a esta situación, la directora de Creciendo Feliz aún mantiene la esperanza de que se matriculen más niños para poder continuar su labor educativa.
«En ningún momento pensamos en cerrar. Tenemos todas las ganas de continuar sea la modalidad que sea y darles lo mejor a los niños, con la fe puesta en Dios nos volveremos a reencontrar con nuestros alumnos», reflexiona.
Respecto al tema de las mensualidades, Zúñiga Morán asegura que ha venido apoyando a los padres que tomaron la decisión de continuar en la institución; asimismo, las pensiones se redujeron en un 25%.
Trabajo virtual
Para la docente egresada de la Universidad de Piura, la educación inicial en tiempos de pandemia requiere de «responsabilidad, compromiso y fortalecimiento del trinomio colegio–niños–padres de familia».
«Nuestros profesores siempre están comprometidos con la enseñanza y aún con las limitaciones que demanda estamos dispuestos a continuar educando a los niños y niñas de Piura. Este año 2021, estamos enriqueciendo nuestras clases, realizaremos las clases en vivo por Zoom y, además, contaremos con otra plataforma virtual» afirma.
Durante el 2020 y, para este 2021, las clases en Creciendo Feliz son por las tardes. Desde la llegada de la pandemia solo han habido matriculados en los años de 3,4 y 5.
«Pese a que estamos trabajando mediante una plataforma virtual, no hemos dejado de lado y continuamos con clases de inglés y música y todo el aprestamiento integral que el niño en la primera infancia requiere. Realizamos las clases de manera dinámica, bailamos, cantamos, estimulamos el lenguaje, etc», cuenta.
Creciendo Feliz se encuentra en constante monitoreo y comunicación con los papás, para que los niños puedan acceder a un aprendizaje de la manera más lúdica y dinámica posible.