Es costumbre para algunos países el dejar propina como muestra de satisfacción y de buen trato recibido en un determinado establecimiento. Esta es un dinero extra que el consumidor deja al salir de un restaurante.
En el país norteamericano, una propina estándar en un restaurante puede llegar al 25% de la cuenta. Según señala la BBC, dejar 15% es aceptable. Y ofrecer una propina de 10% o menos puede ser considerado un insulto.
En nuestro país no es una obligación, como la es en Estados Unidos, pero hay diversos peruanos que sí lo acostumbran a realizar. La cultura de la propina en Perú está menos institucionalizada.
El expresidente de la Asociación Peruana de Hoteles Restaurantes y Afines (AHORA Perú), José Miguel Gamarra, explicó en una entrevista para Publimetro en noviembre de 2018 lo que debemos considerar antes de dar una propina, a quiénes se le debe dar y cuánto es el monto que un cliente debe dejar de propina por un servicio.
“La propina es un estímulo y un agradecimiento por haber recibido un buen servicio. No creo que deba ser considerado una obligación. Creo que una propina se debe dar cuando terminamos nuestra experiencia en el local con el pedido de la cuenta por el consumo efectuado y valoramos positivamente la forma como fuimos atendidos por cada uno de los empleados del local que nos atendió, con especial énfasis en quien nos atendió directamente. También se debería valorar la calidad del producto que se nos sirvió. Todo esto se considera como parte del servicio recibido”, señaló Gamarra durante la entrevista.
Por otro lado, señaló que se deja la propina al empleado que nos atendió directamente. Sin embargo, remarcó que cada establecimiento tiene sus propias políticas de reparto de las mismas. En algunos establecimientos las propinas son repartidas equitativamente entre todos los trabajadores de turno o hay locales en los que las propinas son directamente para quien las recibe.
En cuanto al monto que se recomienda dejar como propina en un restaurante en nuestro país, José Miguel Gamarra señaló que el uso más común es de 10%, pero existen variaciones. “Si un cliente considera que el servicio no fue del todo bueno o que hubo algunas deficiencias, entonces podrá dejar un poco menos (entre un 5 y 7%)”, señaló.
Asimismo, el experto considera que si el servicio fue realmente deficiente uno no debe sentirse en la obligación a dejar propina.