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Congreso aprueba eliminar el IGV a alimentos de la canasta básica familiar

El Pleno del Congreso de la República aprobó la exoneración temporal del IGV de los productos de la canasta básica familiar (pollo, huevo, fideos, harina, carne, entre otros). Así, por ejemplo, si el kilo de pollo costaba S/10.00, con la reducción del IGV valdría S/8.47, siempre que se traslade este beneficio en un 100%.
Por Liang Ramos
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Precio del pollo hoy

Tal como se tenía previsto, el Pleno del Congreso de la República aprobó la exoneración temporal del IGV de los productos de la canasta básica familiar (pollo, huevo, fideos, harina, carne, entre otros).

En este sentido, cabe resaltar que dicha reducción, si se trasladase en su totalidad al consumidor final, disminuiría los precios de estos bienes en un 15.25% y no en 18% como algunos indican, ya que este tributo es el 18% del “valor de venta”, y no del “precio de venta”, que es el monto final que se paga (valor de venta + IGV = precio de venta).

MIRAR AQUÍ >>> Raúl Martínez. «Exoneración del IGV no garantiza que precios de los alimentos se mantengan a la baja»

Para el profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, por ejemplo, si el kilo de pollo costaba S/10.00, con la reducción del IGV pasaría a valer S/8.47, siempre que se traslade este beneficio en un 100%.

Asimismo, se estima que, en la práctica, el porcentaje de reducción de precios sea menor, ya que los negocios recuperaban el IGV de las compras con el IGV de las ventas (crédito fiscal).

Y en el caso de estar exonerado el producto final, el IGV pagado en algunas compras se convertirá en un “sobrecosto” (no se recuperará), teniendo que ser trasladado al consumidor.

No es garantía

Sin embargo, el economista Raúl Martínez explicó a Infomercado que la exoneración del IGV es una medida para salir de la crisis actual, pero no garantiza que los precios no sigan aumentando.

Sostuvo que el Perú depende de las importaciones, por lo tanto, si a nivel internacional incrementa el precio de algunos productos, también lo hará a nivel nacional, más allá de que se reduzca el IGV.

El experto considera que no se va a reducir el precio al mismo porcentaje del IGV al consumidor final, porque hay gastos de comercialización, como transporte o pago a los trabajadores, que generan un incremento en los costos.

Para Martínez, el impacto que habría en la caja fiscal es que «las obras y proyectos ya se están empeñando al futuro, lo cual genera menos uso de mano de obra, menos empleos, menos ingresos y, por lo tanto, menos consumo».

Incluso, dice los comerciantes utilizarían esta medida para el beneficio personal y no del consumidor, al no reducir los costos adecuadamente.