El famoso sistema de compartir archivos en línea, Dropbox, consiguió validar su idea de negocio antes de empezar siquiera a desarrollar el programa.
En vez de hacer eso, crearon un video explicativo que mostraba cómo funcionaría Dropbox y cómo resolvería el problema de compartir archivos. Compartieron el video en foros y comunidades en línea para medir la reacción de los usuarios y obtener retroalimentación.
Ya después de la respuesta positiva de los usuarios, desarrollaron una versión mínimamente funcional.
Esto es lo que se conoce como un Producto Mínimo Viable, o MVP por sus siglas en inglés.
En vez de programar el producto final y lanzarlo al mercado, crean una versión mínima sin tanto desarrollo para probar si la idea funciona o no. Imagínenses si la idea hubiese fracasado, se habrían ahorrado millones en desarrollo.
El MVP es una estrategia clave en el mundo del emprendimiento. Se trata de una versión simplificada de un producto o servicio que cumple con las funciones básicas y permite validar la viabilidad de una idea de negocio antes de invertir grandes sumas de dinero y recursos en su desarrollo completo.
En primer lugar, es importante comprender la filosofía detrás del MVP. La idea principal es lanzar al mercado una versión inicial de tu producto o servicio que resuelva el problema principal de tus clientes de manera efectiva.
El objetivo no es crear un producto perfecto desde el principio, sino obtener retroalimentación valiosa de tus usuarios y aprender de sus necesidades y preferencias.
Eso fue, precisamente, lo que hizo el fundador de Zappos, el primer sitio online de venta de zapatos en línea: Tony Hsieh creó un sitio web simple donde mostraba imágenes y descripciones de zapatos, pero en lugar de tener un inventario, los compraba en una tienda local y los enviaba a los clientes.
Así fue cómo comprobó que su idea funcionaba.
El proceso de creación de un MVP
Todo comienza con la identificación del problema que tu producto o servicio pretende resolver. Realiza una investigación exhaustiva para comprender las necesidades y deseos de tu mercado objetivo. Esto te ayudará a definir las características y funcionalidades esenciales que debe tener tu MVP.
Una vez que hayas definido las características clave, es hora de crear tu MVP. Recuerda que debe ser una versión simplificada, por lo que debes centrarte en las funcionalidades principales y evitar agregar características adicionales que no sean esenciales en esta etapa inicial. Esto te permitirá ahorrar tiempo y recursos en el desarrollo.
Existen diferentes enfoques para crear un MVP. Puedes optar por desarrollar un prototipo visual o físico que represente tu idea de manera clara y comprensible. Esto puede ser un diseño de interfaz de usuario, un boceto o incluso un modelo físico. El objetivo es mostrar a tus potenciales clientes cómo se verá y funcionará tu producto final.
Otra opción es crear un MVP funcional, que sea una versión simplificada pero completamente funcional de tu producto o servicio. Esto implica desarrollar solo las características principales y omitir las funcionalidades secundarias. Por ejemplo, si estás creando una aplicación móvil, puedes lanzar una versión con una sola función principal y luego agregar más características en futuras actualizaciones.
O si tienes una idea de vender productos online, empieza vendiendo por Whatsapp o Facebook Marketplace.
Una vez que hayas creado tu MVP, es hora de ponerlo a prueba en el mercado. Lanza tu producto o servicio a un grupo selecto de usuarios o realiza pruebas piloto en un entorno controlado. Observa cómo reaccionan tus usuarios, recopila sus comentarios y analiza los datos obtenidos.
Esto te ayudará a comprender si tu idea resuelve efectivamente el problema de tus clientes y si hay demanda suficiente para continuar con el desarrollo completo.
Muy importante: La retroalimentación de tu MVP
Recuerda que el MVP es solo el primer paso en el proceso de desarrollo de tu negocio. A medida que obtengas retroalimentación y aprendas más sobre las necesidades de tus clientes, podrás iterar y mejorar tu producto o servicio.
El objetivo final es crear una solución que satisfaga plenamente las necesidades de tus clientes y genere un impacto positivo en el mercado.
En resumen, el MVP es una estrategia efectiva para validar tu idea de negocio antes de invertir grandes recursos.
Al crear una versión simplificada de tu producto o servicio y obtener retroalimentación de tus usuarios, podrás tomar decisiones informadas y ajustar tu enfoque para maximizar tus posibilidades de éxito. ¡No temas lanzarte al mercado con un MVP y comenzar a construir tu camino hacia el éxito emprendedor!