Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más del 80% de las empresas en Perú tienen origen familiar. Esto significa que tarde o temprano estas empresas enfrentarán el desafío de la sucesión para asegurar su continuidad y éxito a largo plazo.
La empresas de origen familiar, contribuyen con más del 40% al PBI nacional. Por ello, es importante abordar el relevo generacional de manera temprana y proactiva para evitar consecuencias negativas.
El desafío de la sucesión
La resistencia a planificar la sucesión puede tener efectos alarmantes. La Asociación de Empresas Familiares (AEF) y la consultora EY indican que solo el 3% de estas empresas sobreviven a través de tres generaciones.
Muchas familias empresarias posponen esta conversación crítica por miedo al conflicto o la dificultad de ceder el control. Sin embargo, este pensamiento pone en riesgo no solo el negocio, sino también el legado familiar y el sustento de futuras generaciones.
Una encuesta reciente de KPMG revela que el 53% de estas empresas no tiene un directorio implementado, lo que refleja una falta de visión estratégica a largo plazo.
Claves para un relevo exitoso
Bartolomé Ríos, Chair de Vistage Perú, señala que la clave para un plan de sucesión exitoso radica en la voluntad y la capacidad de los miembros de la familia para ponerse de acuerdo.
Es esencial trabajar por el bienestar de la familia en su conjunto, ya que priorizar intereses personales puede ser perjudicial. Sin embargo, existen algunas claves que te pueden ayudar, como parte de una empresa familiar, a crear un plan de sucesión exitoso:
1. Desarrollo de un proyecto de grupo empresarial familiar
Todos los miembros de la familia deben definir una visión compartida sobre el futuro de la empresa. Esta visión actúa como una guía para las decisiones estratégicas y fomenta el compromiso intergeneracional.
2. Creación de un protocolo familiar
Este documento formaliza los valores, políticas y acuerdos que rigen la relación entre la familia y la empresa.
Ayuda a prevenir conflictos, mantener la armonía familiar y separar la gestión empresarial de los roles familiares.
3. Selección y preparación del sucesor
El proceso de elegir al próximo líder implica un acuerdo entre los familiares, una evaluación objetiva de las competencias necesarias y la formación adecuada.
No solo se trata de conocimientos técnicos y de gestión, sino también de entender la cultura y valores familiares que sustentan el negocio.
4. Profesionalización de la gestión
Se deben implementar estructuras formales de gobierno corporativo como directorios efectivos, así como adoptar prácticas de gestión modernas que mejoren la toma de decisiones y la eficiencia operativa.
Esto prepara a la empresa para su posteridad y asegura su competitividad en un mercado exigente.
5. Manejo de emociones
Es necesario una comunicación abierta y transparente para preparar emocionalmente a todos los involucrados.
Reconocer las contribuciones de la generación saliente y mantener el enfoque en el bienestar colectivo de la familia y la empresa puede prevenir conflictos.
El reto de la sucesión externa
Aunque se prefiere mantener el liderazgo dentro de la familia, Bartolomé Ríos sugiere que una persona independiente puede aportar perspectivas y habilidades valiosas.
Sin embargo, advierte que esta decisión no siempre es sencilla: «Muchas veces el primer gerente general que no es de la familia no tiene éxito porque la familia no está lista o porque el gerente externo no se adapta a la familia», agregó