Según Giuliana Ortega, gerente de Empleabilidad de la Universidad Privada del Norte (UPN), las consecuencias más directas que ha tenido la pandemia sobre la calidad de empleo en el país son dos: el aumento de la informalidad y el perfil deseado por las empresas.
Ortega afirma que hasta el tercer trimestre del 2021 la cantidad de puestos de trabajo aumentó, pero la proporción de trabajadores informales es más alta que la de los formales.
Además, señaló que el teletrabajo llegó para quedarse y que los desafíos radican en las competencias técnicas y blandas que se exigirán para encajar en esta nueva realidad.
“El profesional debe desarrollar habilidades técnicas propias de su profesión junto con sus capacidades tecnológicas, que le permitan manejarse en la nueva normalidad”, aseveró.
En esa línea, mencionó que hoy en día el perfil más requerido por las empresas es aquel que no solo destaca en conocimientos técnicos, sino también en habilidades blandas, conocido como “Perfil Power o Talento”.
En lo referente a la inserción laboral indicó que hay 2 factores claves para mejorar las posibilidades: la experiencia pre profesional y el cuidado de la marca personal.
“Es importante tener en cuenta que las prácticas profesionales incrementan la probabilidad de que los estudiantes obtengan un empleo al egresar. Se recomienda tener experiencias laborales desde el V ciclo”, concluyó la especialista.