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Comerciantes quieren orden y la propiedad del Mercado de Piura

La percepción general se resume en las siguientes palabras pronunciadas por un comerciante: "Las ventas han bajado a un 60%, pero este es el precio que debemos pagar por un mercado limpio, ordenado y transitable; es un comienzo de algo mucho mejor".
Por Roxana Vásquez Publicado: Últ. actualización: 30 mayo, 2020 02:00
5 minutos

La madrugada del pasado 20 de junio significó un nuevo paso hacia el orden para los comerciantes del mercado modelo de Piura.

Aquella madrugada, agentes de la Policía Nacional pusieron en marcha el planeado megaoperativo de liberación de vías públicas ocupada por comerciantes informales, en el Complejo de Mercados de Piura.

Dos días después del desalojo, el perímetro del centro de abastos permaneció cerrado con rejas para iniciar el plan para el reordenamiento.

Han pasado 12 días desde que la policía tomó el control del centro de abastos.

Medios locales y nacionales han informado cómo se ve el actual complejo de mercados, pero, ¿qué es lo que realmente opinan los que llevan décadas vendiendo dentro del mercado? ¿Qué esperan de este desalojo?

Infomercado visitó cuatro de los puestos formales con más años y experiencia de este centro de abastos.

La percepción general se resume en las siguientes palabras pronunciadas por uno de ellos: «Las ventas han bajado a un 60%, pero este es el precio que debemos pagar por un mercado limpio, ordenado y transitable. Es un comienzo de algo mucho mejor».

Luego del desalojo de ambulantes, el mercado las ventas bajaron al 40%, debido al miedo que sentían los piuranos ante una posible venganza de parte de los informales.

4 puestos para una familia

José Morales es un verdulero que lleva 11 años vendiendo en el mercado modelo, tiene una hija y actualmente es abuelo del pequeño Miguel de 5 años de edad.

De estos 11 años, lleva aproximadamente 6 abasteciendo a dueños de chifas con sus verduras.

Morales explica que, aunque a ellos no les haya afectado en gran magnitud el desalojo de comerciantes ambulantes, siente empatía por aquellos informales que actualmente se encuentran en los exteriores del mercado.

Según alega Morales hay una “especie de mafia” en la exfábrica San Miguel ya que no hay puestos suficientes porque están a nombre de los miembros de una misma familia.

“El Moscú está vacío y en San Miguel cuatro puestos están al nombre del primo, tío, sobrino o hijo de un solo comerciante”.

Más adelante, el dueño del puesto de la verdura nos aseguró que pese a tener un lugar a su nombre en el mercado San Miguel no trabaja allá por la poca afluencia de usuarios.

También, porque sus clientes de años ya saben dónde encontrarlo.

Dirigente del mercado espera que en 15 días retiren las rejas de fierro

Privatización del mercado

«Sabíamos que iba a haber desalojo, pero no teníamos fecha fija hasta que el 20 de junio se dio». Estas fueron las palabras de Sergio Aquino, dueño, hace más de 20 años, de dos negocios dedicados a la venta de accesorios para celulares.

Según refiere, al inicio fue un problema porque cuando se volvió a abrir el mercado las ventas bajaron al 40%. Esto debido al miedo que sentían los piuranos ante una posible venganza de parte de los ambulantes.

También, dijo que muchos informales pedían «posada», a los formales, para vender dentro de su establecimiento pero, «cuando estaban acá hacían desorden, dejaban todo sucio y tirado», dice Aquino.

«La solución es que el alcalde los retire de verdad porque tienen sitio, pero están acostumbrados a la informalidad. El alcalde debe firmar una resolución para vendernos esta zona y privatizar el mercado».

Aquino, directivo del Centro Comercial «El Bosque», afirma que existe un proyecto en marcha para que la Municipalidad ceda el espacio de sus puestos a los comerciantes que llevan años vendiendo en Centro Comercial «El Bosque».

Informales pedían «posada» a los formales para vender dentro de su establecimiento

Gastos mayores

Para María Pacherres, quien lleva 27 años atendiendo a las amas de casa que acuden a ella por el mejor pollo para el almuerzo, dice que en todos los años que lleva nunca había visto que, como hoy, se intente de verdad expulsar a los ambulantes.

«Últimamente estamos mejorando, de a poco, porque se está imponiendo mano dura», declara.

Aunque, acepta que las ventas han bajado a un 60%, la razón, según cuenta, se debe a los gastos que ahora debe hacer una madre de familia.

«Mis clientas me dicen que los chicos de las carretillas les cobran tres soles para llevar su bolsas hasta afuera o sino solo llegan hasta cierto punto y tienen que llamar a otro carretillero. Esto más el gasto de pasajes es algo que las tiene disconformes», comenta Pacherres.

Dirigente contó que algunos negocios se han afectado más que otros y han bajado sus ventas al 30%

El precio de un mercado limpio

Teodoro Chunga se acerca luego de estar hablando con dueños de negocios anexos al suyo. En su local vende abarrotes desde hace 46 años y lo ayudan su esposa, hija y su pequeño nieto.

Chunga siente esperanza y satisfacción luego del desalojo de los informales. «A nosotros siempre nos incluían en la misma bolsa que todos y se referían a los vendedores del mercado como los sucios, cuando los que de verdad ensucian son los ambulantes».

Pese a que, para Chunga, algunos negocios se han afectado más que otros y han bajado sus ventas al 30%, este es «el precio que se debe pagar por un mercado limpio, ordenado y transitable».

Este dirigente explica que tiene conocimiento de los planes del alcalde, con los cuales acuerda y apoya.

«Pronto van a empadronar a los comerciantes y van a colocar zonas de parqueo. También apoyamos a los agentes policiales y hemos contratado a 64 vigilante más que se quedan las 24 horas para mantener el orden interno en el mercado», sostiene.

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Por Roxana Vásquez