Cientos de colegios y universidades de todo el mundo están tomando medidas para impedir que los estudiantes utilicen ChatGPT para realizar sus trabajos. Esta decisión tiene como finalidad impedir que se haga un uso fraudulento de la inteligencia artificial más popular del momento.
La primera institución que comenzó con el bloqueo de esta IA fue el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, pues bloquearon el chatbot de las redes y dispositivos escolares de todo el distrito para evitar eventuales plagios.
Asimismo, las Escuelas Públicas de Seatle y de Los Ángeles pusieron límites similares con el objetivo de proteger la «honestidad académica».
¿Qué otros países han prohibido el uso de ChatGPT en estudiantes?
Fuera de EE.UU, en Australia y sus jurisdicciones de Australia Occidental, Nueva Gales del Sur, Queensland y Tasmania han bloqueado el acceso de ChatGPT en las redes de Internet escolares, según informó ABC News.
En Francia, por otra parte, el Instituto de Estudios Políticos de París prohibió la semana pasada el uso de este chatbot y otras herramientas de IA. Según informó Reuters, los estudiantes que incumplan las nuevas normas serían expulsados.
«El software ChatGPT plantea importantes cuestiones a educadores e investigadores de todo el mundo en relación con el fraude en general y el plagio en particular», declaró a la agencia un portavoz de la universidad.
En la India, la Universidad RV de Bangalore ha prohibido que sus estudiantes utilicen ChatGPT y anunció, además, que harán controles sorpresas a los estudiantes sospechosos de utilizar esta tecnología.
Asimismo, en España, en la cadena Cope David Gutiérrez, profesor del grado de ingeniería del software en la Universidad de Sevilla, confesaba hace una semana que han tenido que prohibir también el acceso de sus alumnos a esta herramienta: «Hubiesen sacado todos un 10«.
La preocupación entre los docentes no es injustificada. Tras aprobar un examen de Historia de la Evau en España, ChatGPT se ha mostrado incluso capaz de aprobar unas cuantas asignaturas de Derecho en varias universidades de EEUU. Por ahora, como respuesta inmediata, algunas instituciones han empezado a cerrarle las puertas.