ProducePay, la plataforma de comercio internacional de productos agrícolas, presentó los resultados de una encuesta que exploró la percepción de estabilidad de los agronegocios.
Esta segunda encuesta anual de ProducePay se aplicó a diversos actores dentro de la cadena de suministro agrícola; incluyendo compradores en Estados Unidos, así como productores agrícolas y distribuidores en países como México, Chile, Colombia y Perú. Éstos últimos conformaron la mayoría de los encuestados (55%).
Hay que recordar que Produce Pay es una compañía AgTech que, a través de su Plataforma de Comercio Predecible, brinda a los agricultores y compradores de Latinoamérica un mayor control de sus negocios al proveerles capital, oportunidades comerciales, información de mercado y mayor visibilidad de su cadena de suministro.
La plataforma ha facilitado el comercio de más de $4 mil millones de dólares en productos frescos, abarcando más de 60 productos y 18 países. En el 2023, financiaron más de mil millones de dólares en transacciones de productos frescos y cuentan con una red de más de 1,000 compradores y vendedores.
Cifras a tomar en cuenta
De acuerdo con la encuesta aplicada por Produce Pay, se revelan algunas conclusiones a tomar en cuenta como alerta.
Una de ellas es la preocupación por la volatilidad en precios, la cual afecta al 83% de los encuestados. Asimismo, la estabilidad comercial, sobre la cual, el 52% de los agricultores y el 30% de los encuestados, en general, calificaron la estabilidad de su clima empresarial actual como menos positiva en comparación con el año pasado.
Otra alerta importante es el impacto negativo en los negocios agrícolas debido al cambio en ciertas condiciones de producción.
Es decir, más de la mitad de los encuestados calificaron las siguientes preocupaciones como «extremadamente significativas» en el impacto negativo en sus negocios: costo de los insumos (55%), capacidad para cultivar y entregar productos de calidad (53%), volatilidad en precio de productos agrícolas (52%), imprevisibilidad del clima (52%) y alcanzar condiciones justas de precios (50%).
Entre los desafíos crecientes, los encuestados consideraron a estos factores como los peores de este año en comparación con el año pasado: imprevisibilidad del clima (54%), costo de los insumos (53%), costo o acceso a mano de obra (46%), volatilidad en precio de productos agrícolas (44%) y costo o acceso al capital (40%).
Un tema que también preocupa a los encuestados es el crecimiento continuo en las mermas de producción, en el desperdicio de alimentos. Según los productores y distribuidores, el 60% de ellos estima que más del 10% de sus productos se desperdician, degradan o dañan debido a ineficiencias en la cadena de suministro.
De acuerdo con Produce Pay, “los resultados reflejan la alta volatilidad que existe, principalmente en la industria hortofrutícola, donde factores como eventos climáticos, inflación y el comercio justo impactan a una región agrícola tan importante como lo es Latinoamérica”.
Alertas y oportunidades
En diálogo con Infomercado, Claudio García, director ejecutivo de Ventas para Latinoamérica de Produce Pay, señaló que aunque el cambio climático es uno de los factores que provocado muchos inconvenientes en la producción agrícola, este factor no sería el único.
«El cambio climático es un factor que está impactando en la forma cómo se produce, pero no es el único. Los agricultores quieren tener una mejor forma de planificar sus cosechas, cuál es el mejor momento para sembrar y qué tipo de cultivo deben producir para afrontar la volatilidad de precios», afirmó.
Puso como ejemplo la baja producción de mango y uva de mesa en países como México, Perú y Colombia: «El clima, en el mango, tuvo un impacto en Perú, México y Colombia. La sequía trajo consigo una menor producción. Asimismo, la uva de mesa que impactó a los productores peruanos y chilenos».
En ese sentido, Claudio García consideró que se hace relevante obtener respuestas del ecosistema agrícola porque existe la urgente necesidad de una cadena de suministro con menor volatilidad, que permita un comercio más predecible, certero, resiliente y sostenible. En esa línea, consideró valioso el aporte de los gobiernos.
«Los gobiernos evidentemente tienen un papel fundamental para dar el soporte necesario al sector agroalimentario. No debemos olvidar que es un sector altamente sensible, no solo por la producción de alimentos, sino también por la ocupación de mano de obra y la creación de nuevos empleos», refirió García.
Asimismo, Claudio García recordó que la FAO ha considerado a Latinoamérica como la despensa del mundo por ser un gran productor mundial de productos frescos, debido a tres factores: mano de obra calificada; recurso hídrico que en otras regiones es cada vez más escaso; y extensiones de tierras suficiente para seguir produciendo.
«Las cifras de la FAO hablan del incremento de la población mundial hacia el 2050 y seremos 10 mil millones de personas, esto es un 30% más de lo que somos hoy. Esto va a requerir que la producción de alimentos crezca en un 50%», aseguró.
Por ello, García afirma que debido a la importancia de esta industria, «es esencial que respaldemos a toda la vertical, desde el productor hasta el retailer, eliminando la volatilidad e imprevisibilidad que limitan el crecimiento económico, impiden la inversión en prácticas sustentables y promueven el desperdicio económico y de alimentos. Esto requiere desarrollar herramientas y nuevas formas de hacer negocios que brinden a los productores y compradores un mayor control de sus agronegocios”.