La montaña de Siete Colores y sus beneficios económicos gracias al turismo, vuelven a enfrentar a los comuneros del Cusco.
En las últimas horas, las autoridades distritales de Pitumarca, en la provincia de Canchis; y Cusipata, en la provincia de Quispicanchi, en la región Cusco, decidieron cerrar los accesos al atractivo turístico por tiempo indefinido.
Esto se debe a que en las últimas semanas se generaron contiendas que incluso desencadenaron actos violentos. Resulta que la comunidad de Chillihuani y la familia Condori, aducen ser los propietarios de la montaña y cobran 20 soles por el ingreso a este atractivo.
“Pedimos instalar una mesa técnica de diálogo para que, en un futuro, al menos Pitumarca, tenga que ser administrado por parte del Estado para evitar el mal uso y aprovechamiento de familias y comunidades”, dijo el alcalde del distrito de Pitumarca, Benigno Vengoa Caro, en declaraciones a RPP.
La montaña de Siete Colores tiene dos accesos por las provincias cusqueñas de Canchis y Quispicanchi.
El atractivo turístico natural recibe entre 400 a 600 visitantes diarios. Antes de la pandemia el número de turistas ascendía hasta 1.500 al día.