A pesar de que China no ha cerrado sus fronteras, con el endurecimiento de sus requisitos para el ingreso a su territorio como su política Covid-cero dinámico además del precio y la disponibilidad de pasajes, es muy probable que las vuelva a abrir hasta 2023.
Esto debido a que antes se deben cumplir tres condiciones clave como son el Congreso del Partido Comunista de China en octubre, la completa vacunación de sus ancianos y el ingreso a la siguiente fase de la política Covid-cero dinámico.
TE PUEDE INTERESAR: China propone plan para sistema privado de pensiones
El Congreso del Partido Comunista de China
El vigésimo congreso del Partido Comunista de China (PCCh) está programado para este octubre próximo. Debido a ello, la viceprimera ministra Sun Chunlan ha pedido que se intensifique la vigilancia contra el virus, lo que se traduce en confinamientos localizados y pruebas masivas de ácido nucleico.
La realización del Congreso no solo se trata de la ratificación de un tercer mandato de Xi Jinping como presidente de China sino también, la conservación de los otros dos cargos que son mucho más importantes que el primero: presidente de la Comisión Militar Central y secretario general del partido.
Cabe resaltar que los congresos del PCCh se realizan cada 5 años debido a que como China no es un país que tiene un partido al mando, sino un partido que con su propio ejército (re)fundó un país en 1949, se trata del acontecimiento más importante donde se decide el destino de China.
Vacunación completa de adultos mayores
El programa de vacunación de adultos mayores no marcha bien. En China, aproximadamente un 89% de una población de 1.412 millones ya ha recibido al menos dos vacunas.
Pero, de acuerdo al último censo, los ancianos representan 18.7% de la población china, es decir 264 millones de personas.
Dentro del grupo de la tercera edad, 229 millones de personas han accedido al programa, 217 millones recibieron dos inyecciones, y 166 millones completaron las tres dosis.
Es decir, apenas un 62% de los ancianos en China ha recibido hasta el momento las dos dosis más el refuerzo.
En China, las personas de tercera edad solo reciben vacunas de fabricación china de los tipos inactivado y de vector recombinante.
No se puede elegir la marca de la vacuna que puede ser Sinopharm (Beijing o Wuhan), Sinovac, Cansino, o Zifivax, las cinco aprobadas en el país.
Riesgo de complicaciones
El programa avanza lento porque tanto los ancianos como los encargados de la vacunación están preocupados por los efectos adversos y las responsabilidades que el personal debe asumir. Como se trata de un grupo sensible, hay un riesgo latente de otras complicaciones.
Antes de poder vacunarse los ancianos deben pasar por una prueba que los declare aptos para recibir las dosis.
Los criterios sobre las contraindicaciones no son claros y dependen de los médicos que ante la duda, no autorizan la vacunación que además, no es obligatoria.
Política Covid-cero dinámico
Por otro lado y aunque cada vez más países han abierto sus fronteras para el turismo relajando sus restricciones, en China se mantiene firme la política de cero casos que tiene como objetivo acabar pronto con los brotes a través de confinamientos selectivos y pruebas masivas de ácido nucleico.
Dicha política de tolerancia cero se aplica de forma estricta en esta etapa para mantener el virus fuera de las fronteras.
Es por ello que el turismo al ser considerado, una actividad no esencial se haya restringido debido a que que aumenta el riesgo de importación de casos, De acuerdo a lo argumentado por las autoridades chinas.
La capital china no acepta vuelos internacionales de otras aerolíneas que no sea Air China. Un pasaje ida y vuelta Shanghai-Lima puede llegar a costar 10.000 dólares.