El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció el esperado proyecto de reformas al sistema de pensiones, uno de los grandes pilares de su programa de gobierno que apunta a solucionar uno de los problemas estructurales de mayor impacto: las bajas pensiones.
A través de un mensaje a la nación, Boric Font señaló que se trata de un proyecto profundo que, entre otros asuntos, supone el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), organismos privados que desde 1981 son el pilar del sistema chileno, basado en la capitalización individual.
“Las AFP, en esta reforma, se terminan. Existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales y, además, existirá una alternativa pública, lo que permitirá promover la competencia con la entrada de nuevos actores”, aseguró el presidente chileno.
De aprobarse esta propuesta en el Parlamento, Chile tendría un sistema previsional mixto, basado en los principios de la seguridad social en el que contribuyen el Estado, los empleadores y los trabajadores, según explicó el presidente a casi ocho meses del inicio de su gobierno.
Reformas en el sistema de pensiones también fueron propuestas en los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, pero fracasaron. En tal sentido, la propuesta actual recoge estas experiencias.
Chile: 72% de las pensiones son menos del salario mínimo
Gabriel Boric recordó que el 72% de las pensiones en Chile son inferiores al salario mínimo y que uno de cada cuatro jubilados recibe una pensión que está por debajo de la línea de la pobreza.
“Esto ocurre al mismo tiempo que las AFP perciben tremendas utilidades, aunque los resultados y la rentabilidad de los fondos sean negativos”, aseguró el presidente.
“Una mujer o un hombre que cotizaron la mitad de su vida laboral con un sueldo de 400.000 pesos chilenos [unos 423 dólares], hoy reciben una pensión de 257.000 y 268.000 pesos, respectivamente [entre 272 y 283 dólares]. De ser aprobada esta reforma, las pensiones de ambos superarán inmediatamente los 390.000 [412 dólares]”, ejemplificó.
Para el economista y exsuperintendente de Pensiones, Guillermo Larraín, el anuncio del presidente Boric “en lo estructural apunta a lo mismo que ha sido planteado ya los gobiernos de centroizquierda desde 2014 en adelante”, aunque “un poco más fuerte en el lenguaje”.
Según explicó Larraín a El País, “el presidente dijo que se acaban las AFP, pero lo que se termina no es la administración privada, sino que se cambia el nombre a las entidades encargadas de la gestión financiera de los recursos y se traslada a una entidad autónoma –estatal, aparentemente– la gestión de las cuentas administrativas”.