La violencia contra la mujer arroja cifras del terror en el país, incluso en formas poco visibles dentro de la cobertura periodística. Tal como señaló la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales de 2019, el 59.6% las mujeres anteriormente unidas (separadas) afirma haber sufrido violencia económica.
Mientras que esta cifra llega al 18, 8% dentro de las mujeres con pareja y al 21.8% en las mujeres solteras.
Al respecto, el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico analizó la problemática y brindó recomendaciones desde las políticas públicas para atender la situación de forma integral.
¿Qué es la violencia económica en Perú?
También conocida como violencia patrimonial, la violencia económica contra la mujer es un tipo de violencia donde el maltratador ejerce poder sobre los recursos económicos de la víctima.
Una de las formas más visibles se produce cuando el hombre priva a la mujer del dinero básico para poder cubrir sus necesidades básicas o las de la familia. Incluso califica como violencia económica la prohibición de acceder a un trabajo.
Este mal silencioso que azota las relaciones de las familias y parejas peruanas repercute directamente en la salud física y mental de la mujer. Entre los principales efectos se encuentran la depresión, ansiedad, dependencia química y hasta las agresiones físicas.
Las consecuencias de esta problemática alcanzan a los pequeños del hogar. Se comprobó que los hijos testigos de violencia económica están más propensos de repetir estos patrones en sus futuras relaciones.
¿Qué se puede hacer desde el estado para atender la violencia económica en Perú?
Para el CIUP de la Universidad del Pacífico, la respuesta debe partir desde un Plan Nacional de acción contra la violencia hacia la mujer que aborde los diferentes tipos de violencia de forma integral.
Para ello se debe revisar las leyes y políticas existentes con el de revisar que protegen adecuadamente los derechos de las mujeres.
Una acción estratégica es la creación de programas que promuevan e incentiven la autonomía a financiera de las mujeres. En este sentido, el CIUP de la Universidad del Pacífico propuso la promoción de la creación de empresas individuales o la formación de cooperativas y círculos de préstamo.