En el marco de la primera Tecno IME 2024, celebrada el pasado sábado 20 de enero, la Universidad de Piura (Udep) se convirtió en escenario de un evento orientado a impulsar la tecnología en la región. Destacando entre los conferencistas, se presentó Carlos Herrera Descalzi, ingeniero mecánico eléctrico y exministro de Energía y Minas durante los gobiernos de Manuel Merino, Ollanta Humala y Valentín Paniagua.
En una entrevista con Infomercado, el exministro compartió sus perspectivas sobre los desafíos actuales que enfrenta Petroperú y exploró los posibles escenarios futuros para la petrolera estatal.
Petroperú está solicitando un rescate financiero de 3,000 millones de dólares, ¿cree que es viable este rescate a una petrolera que genera más gastos que ganancias?
Creo que para que la empresa pueda sobrevivir, es necesario implementar cambios significativos. En la actualidad, Petroperú enfrenta dos problemas importantes. El primero se relaciona con la garantía de suministro de combustibles en todo el país, ya que carece de la refinería de La Pampilla, la cual solía abastecer la parte sur y la parte selva con petróleo.
Por otro lado, el segundo problema radica en la decisión de involucrarse con bonistas. Al revisar las cifras, más de 3,000 millones de dólares han sido aportados por estos bonistas, quienes confían en que invertir en Perú es seguro. Si el Estado permite que la empresa caiga en la quiebra, ¿cómo afectará esto a las inversiones en el propio Perú?
¿Qué pasaría en caso que el Estado salve a Petroperú?
Supongamos que el Estado logra salvar el suministro de combustibles a la Sierra Sur y la selva del Perú, y también resuelve el problema con los bonistas. En este escenario, Petroperú podría enfrentar la quiebra, y en caso de que esto suceda, la propiedad pasaría a manos de los bonistas, quienes decidirían el destino de la empresa.
Una posibilidad sería que inversores o empresas especializadas en rescatar compañías en quiebra, conocidas como «capitales buitres», adquieran Petroperú a un precio bajo y la revitalicen.
Además, es crucial que el Perú no tolere niveles tan altos de ineficacia y corrupción. Surge la pregunta: ¿Cómo y cuándo un proyecto inicial de 1,500 millones de dólares se convirtió en uno de más de 6 mil millones de dólares? Aunque el proyecto es necesario y beneficioso, es esencial indagar en el proceso de transformación. ¿Quién tomó esa decisión y cuándo? Dado que los accionistas de Petroperú son los ministerios de Economía y Finanzas, y de Energía y Minas, es crucial entender si estas transformaciones fueron aprobadas por ellos o si se tomaron decisiones al margen de los accionistas. Eso se debería saber.
¿Hasta ahora, Petroperú ha reconocido y asumido responsabilidad por sus desbalances?
En la explicación que dieron, sentí cierta arrogancia al afirmar que la empresa ha sido rentable y que devolverán el dinero. No percibí ni un ápice de arrepentimiento, lo cual me hace pensar que no son conscientes de las repercusiones de sus decisiones.
Petroperú solía tener una especie de mística, era una empresa muy apreciada en el Perú, casi como un símbolo del país. Todavía es la empresa más grande del Perú, pero se ha ido convirtiendo progresivamente en una agencia de empleos de los gobiernos de turno y creo que eso le ha hecho muchísimo daño. En los primeros años de este siglo, era una empresa muy respetada. Entonces, es crucial entender en qué momento pasó de ser una entidad respetada a un lugar donde se busca obtener un buen sueldo sin hacer mucho.
Petroperú ha presentado en los últimos días su salida en la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), ¿podría traer algunos problemas su salida del gremio?
Yo no veo ningún problema. Yo creo que Petroperú tiene obligación con sus accionistas y dentro sus accionistas está el Estado peruano representado por los ministerios de Energía y Minas y de Economía y Finanzas. Por esa razón, creo que Petroperú tiene la obligación de decirle la la verdad al Perú.
Antes del cierre temporal de la refinería de Talara, Petroperú tenía aproximadamente el 50% del mercado, lo que le proporcionaba ingresos significativos. Sin embargo, después del cierre, su participación en el mercado se redujo a alrededor del 30%, lo que claramente representa una pérdida. Aunque la nueva refinería produce 95,000 barriles por día, en comparación con los 60,000 de la antigua, no alcanza las cifras de Repsol, que produce 117,000 barriles. Supongamos que redondeamos a 100,000 barriles y consideramos que el mercado peruano es de 250,000 (posiblemente aumentando a 300,000 en los próximos años), lo que significa que Petroperú ahora tiene una participación del 33%, y todo lo que produce se venderá.
Entonces la cifras que presenta Petroperú no son claras. El tema se debería expresar en términos simples y en cifras sencillas, pero no lo quieren hacer, lo quieren ocultar y eso hace que haya una falta de transparencia. La falta de transparencia se evidencia, por ejemplo, cuando decidieron construir una nueva refinería en lugar de modernizar la existente. Personalmente, creo que habría sido más beneficioso y menos costoso construir una refinería nueva y más grande que pudiera producir 150,000 barriles de petróleo en lugar de los 90,000 actuales. La falta de claridad y transparencia en estas decisiones perjudica la confianza del público.