El mercado mundial del cannabis medicinal proyecta alcanzar los US$15 billones para finales del 2024 y posiblemente llegar a los US$20 billones en el 2026.
Ante este panorama, Greenspot Biomedical Perú, empresa con sede en Canadá, continúa apostando por la producción de cannabis para uso médico en el Perú.
No obstante, ajustó su estrategia de negocios para alcanzar este objetivo.
¿Qué cambio de estrategia adoptó Greenspot?
Inicialmente, Greenspot tenía planes de construir su propio laboratorio en Pisco, pero la empresa decidió cambiar de rumbo.
Ahora, ha firmado un contrato de sociedad con AyV Seeds, una empresa peruana especializada en genética agrícola.
Este nuevo enfoque implica que Greenspot se concentrará en el desarrollo de cepas y en la colaboración con AyV Seeds para establecer un laboratorio conjunto.
¿Qué establece el acuerdo?
El acuerdo establece que AyV Seeds tendrá el 30% de las acciones de Greenspot a medida que avance el proyecto, con una inversión inicial de US$1.7 millones.
Esto significa que la empresa peruana adquirió el 5% de las acciones de Greenspot al firmar el contrato.
Además, una vez que se completen los trámites y obtengan los permisos necesarios, su participación aumentará hasta un 15%.
¿Qué avance presenta el proyecto?
Greenspot, valorada en US$5.7 millones, se encuentra en la fase final de obtención de licencias y permisos, lo que permitirá la importación de cepas de cannabis para la investigación.
Se espera que este proceso concluya a mediados de año, y para el segundo semestre, la empresa habrá importado 30 cepas para evaluación.
¿Cuál es el enfoque comercial?
Greenspot busca posicionarse como proveedor de materia prima para la industria farmacéutica, centrándose en la exportación de aceites de cannabis.
Aunque no descarta otras oportunidades comerciales, su principal objetivo es abastecer a las industrias farmacéuticas con productos de alta calidad.
¿Cuáles son las futuras proyecciones?
La investigación de las cepas se llevará a cabo en un laboratorio en el norte del Perú, específicamente en Chiclayo, donde AyV Seeds tiene instalaciones.
Una vez identificadas las cepas idóneas, se realizarán pruebas pre-comerciales en un área de 2 hectáreas.
La meta final es producir aceites de cannabis de alta calidad, destinados principalmente a la exportación a países como Holanda, Alemania y España.