Las mascarillas se han convertido en un accesorio fundamental para todas las personas desde el inició de la pandemia del COVID-19. Por ello es que, con el objetivo de hacer frente a la actual crisis económica, muchos emprendedores han optado por confeccionarlas debido a su demanda.
Esto también ha ocurrido con los bordadores de trajes de luces en Puno, quienes han dedicado su vida a la confección de trajes para la fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria, y ahora elaboran mascarillas.
Aunque ha cambiado de producto, Yolanda Chambi Nina, de bordados Titán de los Andes, mantiene la esencia de su arte. Los tapabocas que confecciona conservan características típicas del bordado con figuras de danzas como la diablada o morenada.
Además, las mascarillas están compuestos de perlas, lentejuelas, mostacillas, canutillos, pedrería y todo tipo de bisutería.
Situación de los tejedores
Los microempresarios que se dedican a esta industria están pasando por momentos complicados, pues su negocio se dedica, en su mayoría, al alquiler de prendas para las fiestas patronales y culturales, eventos suspendidos hasta nuevo aviso debido a la pandemia.
“La mayoría no tenemos local propio. Entonces en mi taller hemos decidido fabricar barbijos que representan a nuestra cultura que es arte, el baile y la música “, dijo Yolanda Chambi para La República.
Este cambio de rubro, sin perder la esencia de su arte, afectó significativamente a los bordadores. Unos cerraron sus negocios por un largo tiempo y otros optaron por ingresar al rubro de los alimentos de primera necesidad.